
Literatura ecuatoriana para jóvenes: conoce a los 'Ratones de Biblioteca'
El club de lectura Ratones de Biblioteca, liderado por estudiantes de la UArtes, impulsa el amor por la literatura nacional
En la esquina de Aguirre y Pichincha, en el centro de Guayaquil, la Biblioteca de las Artes se convierte cada quince días en la madriguera de los "Ratones de Biblioteca", un club de lectura que va más allá de hojear libros: construye comunidad, reflexiona sobre la literatura ecuatoriana y abre espacios para la creación.
Paola Salazar, vocera y una de las moderadoras junto con Jessica Cevallos y Valeria Martillo, cuenta que este proyecto nace del semillero “País para cuentistas”, propuesto por la escritora y docente de la Universidad de Las Artes, Solange Rodríguez Pappe.
¿A quiénes está dirigido el club de lectura?
La iniciativa está dirigida a estudiantes universitarios y público en general desde los 16 años. “Nos reunimos cada quince días, los martes, para leer y comentar cuentos de autores ecuatorianos contemporáneos. Buscamos que los participantes se acerquen a la literatura nacional desde un enfoque creativo, interpretativo y accesible”, explica Salazar.
En cada sesión se introduce al autor del cuento, se debate libremente y se cierra con actividades como microcuentos, creación de personajes o trivias literarias.
Un espacio para leer, crear y compartir
Lejos de ser una actividad académica convencional, los encuentros de los «Ratones» están llenos de imaginación. “Cada sesión inicia con una dinámica para romper el hielo: desde presentarse como si fuéramos un género literario hasta confesar manías lectoras”, detalla Paola.
Este enfoque lúdico ha permitido que más de cuarenta lectores activos, con edades entre los 18 y los 52 años, se reúnan para reflexionar sobre obras de escritores como María Fernanda Ampuero, Gabriela Alemán, Santiago Páez, César Dávila Andrade y Jorge Velasco Mackenzie.
Uno de los hitos más memorables fue la sesión con la escritora Sonia Manzano, quien asistió para comentar su cuento "Los últimos días de Pompeya".
Hubo lectura dramatizada con acompañamiento musical, firma de libros y una emotiva entrega de reconocimiento como “Ratona de biblioteca honoraria”. Así, el club demuestra que leer no es un acto solitario, sino un puente hacia el diálogo intergeneracional y creativo.