Cartas de lectores | Recortes y despidos

La burocracia excesiva afecta al Estado y ciudadanos; urge una depuración para optimizar recursos y mejorar los servicios

Hace algunos años se incrementaron en un gran porcentaje y desproporcionadamente los ministerios, elefantes blancos, secretarías, subsecretarías, asesorías, etc. y, en consecuencia, los empleados públicos; muchos por cuotas de poder, agradecimiento, parentescos, compromisos políticos, etc. Ello constituye una tremenda carga económica para el Estado y sus contribuyentes, siendo pocos los que ocupan estos puestos por capacidad, honestidad y merecimiento. Es la amarga realidad en que se desenvuelve nuestro país. 

Sin duda este excesivo número de burócratas entorpecen y obstaculiza los trámites que los ciudadanos requieren con cierta urgencia, pues en algunos casos los documentos  pasan de oficina en oficina, de escritorio en escritorio y de mano en mano, hasta que en determinadas ocasiones se pierden y el pobre usuario tiene que empezar su viacrucis desde cero. Con excepción de algunos buenos y responsables empleados, muchos otros están en sus oficinas chateando, haciéndose manicure, parloteando con sus compañeros, hablando por teléfono, visitando el bar con frecuencia, etc. Pensar que somos los maltratados contribuyentes quienes pagamos sus injustos y abultados salarios. 

Con estos antecedentes resulta justo que se haga una exhaustiva evaluación y análisis de las necesidades, del trabajo y del comportamiento de ciertas personas, oxigenando estas áreas y reduciendo el presupuesto del Estado; ahorro efectivo con el que se podrían priorizar otros requerimientos que se necesitan con suma urgencia.

Fabiola Carrera Alemán