Jorge Luis Jalil | Al andar

En política, el tiempo no solo desgasta, también enfría...
El presidente Daniel Noboa cuenta hoy con un capital político envidiable. Según la firma CB Consultora, su imagen positiva alcanza el 52,4 %, ubicándolo como el segundo mandatario mejor valorado de Sudamérica. Ese respaldo ciudadano no es eterno: en política, el tiempo no solo desgasta, también enfría y puede hacer que el impulso inicial se desvanezca paulatinamente.
El triunfo electoral de Noboa fue legítimo y contundente. Sin embargo, ese caudal de apoyo debe transformarse en acciones estratégicas y resultados tangibles. Postergar la consulta popular hubiera representado un riesgo. Con cada mes que pasa el entusiasmo de las bases se disipa y las voces de la oposición encuentran terreno fértil para fortalecerse. Si el objetivo es lograr una victoria amplia y clara en las urnas, el momento de convocar a la consulta es ahora, mientras la confianza y el respaldo ciudadano aún se mantienen firmes.
El país demanda reglas más justas, procesos transparentes y un sistema electoral donde los partidos compitan en igualdad de condiciones, sin personajes que se aprovechen del uso de recursos públicos.
Asimismo, proponer la posibilidad de cooperación internacional en materia de seguridad territorial no debe interpretarse como una señal de debilidad, sino como una muestra de previsión e inteligencia estratégica. Establecer acuerdos con actores extranjeros, bajo condiciones claras y respetando la soberanía nacional, puede servir tanto para disuadir amenazas como para estabilizar regiones vulnerables. En un mundo globalizado y cambiante, anticiparse es defender los intereses nacionales con sensatez.
El capital político del gobierno actual debe aprovecharse para consolidar un proyecto renovador y de largo plazo. La consulta puede convertirse en el estandarte que mantenga activas a las bases, revitalice la agenda nacional y devuelva el debate público a la ciudadanía, donde pertenece. Convocar ahora, en el momento de mayor respaldo, es una jugada clave, una apuesta por el liderazgo responsable que ejerce su papel cuando todavía cuenta con la confianza colectiva. Liderar es actuar con decisión antes de que el tiempo cierre oportunidades.