Las clases virtuales continúan y aunque eso signifique que los niños y adolescentes aún no puedan  aprender junto a sus profesores y amigos en la misma aula, lo más importante es que sigan en capacitación. La docente Magdalena Nemalceff menciona que uno de los puntos que más destaca en esta nueva modalidad escolar es el incremento del uso de los libros digitales, que ahora se unen a los ejemplares físicos.

Pero… ¿hay uno mejor que otro? Nemalceff asiente que no: “cada uno tiene sus características únicas y por eso, no se debe desaprovechar ninguno ya que son beneficiosos a cualquier edad. Asimismo, la psicóloga educativa Raquel Tamayo cree que aunque ambos puedan llegar a contar con la misma información, se complementan a la perfección.

Eso sí, en el caso de los libros digitales, Tamayo recomienda limitar su uso en los dispositivos tecnológicos para que los estudiantes también puedan desarrollar su creatividad e imaginación con actividades lúdicas físicas. “Los niños en el presente están más familiarizados con el área virtual en comparación a otras épocas. Existen muchos canales de aprendizaje y siempre se está en constante renovación”, dice Tamayo. A continuación, las expertas detallan a EXPRESO las ventajas y desventajas de ambos tipos de libros para los niños:

Físicos

• Positivo: Generan un mayor nivel de atención porque no existen otros elementos distractores. Su uso desarrollas destrezas relacionadas a la motricidad fina porque los niños pueden subrayar, encerrar y hasta cortar las páginas si la clase lo requiere. además, pueden ser usados por personas de toda clase social porque no se necesitan contar con internet o un dispositivo tecnológico. 
• Negativo: Una de sus pocas desventajas es que ocupan mucho espacio, lo cual puede ser un inconveniente si no cuentas con un lugar donde almacenarlos. 

Digitales

• Positivo: Este tipo de libros también pueden incluir juegos, audios y otras actividades para los estudiantes. Además, son de fácil movilización porque se pueden descargar en cualquier dispositivo móvil.
• Negativo: La persona corre el riesgo de distraerse de forma más rápida porque la atención se puede desviar a otras aplicaciones o redes sociales. A largo plazo, pueden ocasionar dolor de cabeza, ojos secos y cansancio visual porque la mirada debe estar permanentemente expuesta a la luz de la pantalla. Algunos requieren la conectividad permanente al internet y si la persona se encuentra en un espacio donde no exista una buena calidad de señal, su uso no será posible.