Uñas en buen estado de salud
Es preferible conservar las uñas cortas y limpiasShutterstock

Uñas impecables

Cortas, hidratadas y muy limpias para evitar que se acumulen debajo de ellas microorganismos que afecten su presentación y salud. 

¿Ha visto con detenimiento cómo lucen las uñas de sus manos? Si lo hace con minuciosidad, probablemente notará que las tiene disparejas, unas más largas que otras, carcomidas, con pellejos y hasta sucias en los laterales y bordes. Es hora que les dé la atención que se merecen porque no hay nada más desagradable que una persona con uñas descuidadas.

Las uñas, cuando están sanas, lucen lisas, sin marcas ni surcos. Tienen un color y una consistencia uniformes, sin manchas ni decoloración. “Por eso es fundamental mantenerlas siempre limpias y secas porque si las descuida pueden convertirse en un nido de gérmenes y bacterias”, dice la manicurista Gina Vera, quien ofrece algunos consejos para conservarlas siempre bien presentadas y lejos de hábitos dañinos que arruinen su belleza.

La higiene

  • 1. Lávelas bien con agua y jabón por uno a dos minutos.

  • 2. Límpielas con un cepillo de uñas, para eliminar la suciedad que se acumula debajo de ellas y en los laterales, utilice un cepillo especial para esta zona o uno de dientes sin estrenar. Sostenga el cepillo hacia abajo y frote hacia atrás y hacia adelante. Luego repita lo mismo en la parte delantera, pero con un movimiento circular.

  • 3. Si las tiene pintadas, retire el esmalte con un algodón embebido en acetona. Frote solo en el área de las uñas hasta conseguir eliminar todo resto de la laca.

  • 4. Córtelas. Llevar las uñas demasiado largas no es cómodo y se puede lastimar. Lo recomendable es llevarlas en tamaño mediano. No manipule las cutículas (un frecuente error en la manicura), porque actúan como barrera protectora, impidiendo que las bacterias ingresen a la piel o al cuerpo.

  • 5. Límelas. Prefiera una lima de cartón de grano fino, ideal para darle forma al borde de la uña sin dañar las capas internas. Las pulidoras, como las de bloque (tienen varias caras), sirven para pulir las irregularidades y las estrías, además de conseguir uniformidad y brillo.

  • 6. Hidrátelas. Con la misma crema que usa para las manos, masajee también las uñas, incluidas las cutículas. O puede humectarlas con aloe vera o un aceite natural como el de coco. Si se le quiebran con facilidad, quizás es porque no están lo suficientemente hidratadas.

  • 7. Déjelas respirar. Por una semana anímese a llevarlas sin pintar. Opte por ponerles una base fortalecedora con calcio, vitaminas y extracto de ajo.
Manos bonitas
Hidratar las manos todos los días es parte del ritual de cuidadosPixabay

Para uñas fuertes

  • Incluya  alimentos que sean ricos en proteínas, como ela carne, pescado, los lácteos o vegetales de color verde oscuro. De esta manera, el organismo producirá más cantidad de queratina, el material con el que están hechas las uñas.

  • La biotina (conocida también como vitamina B8 o vitamina H, ayuda al fortalecimiento de las uñas. Además de conservar la piel y pelo en buen estado. La anemia puede provocar que sus uñas se tornen quebradizas o frágiles por el déficit de hierro. Con suplementos o alimentos ricos con el citado mineral puede mejorar su estado de salud y de uñas.

Para blanquearlas

  • Zumo de limón: Además de limpiar, elimina bacterias y las manchas amarillas que aparecen por fumar. Antes de acostarse a dormir, humedezca un paño con jugo de limón y frote las uñas, deje actuar toda la noche y enjuague a la mañana siguiente. Evite exponerse a sol, o le quedarán manchadas.

  • Vinagre de manzana: Vierta en un recipiente la misma cantidad de agua y vinagre, y remoje las uñas por 20 minutos. Recuperará el color y además eliminará bacterias. Este vinagre, por su alto contenido de ácidos málicos y acéticos, las desmanchará.

  • Pasta dental. Con una pequeña cantidad masajee las uñas. Deje actuar de 3 a 5 minutos y frote con un cepillo de dientes o de uñas para remover la suciedad.

Manicura

  • Si decide someterlas a una manicura, asegúrese de que el establecimiento respete el aforo permitido y que cuente con todos los protocolos de bioseguridad y asepsia.

  • Verifique que el especialista en uñas esterilice debidamente todos los instrumentos que utiliza durante el procedimiento, para prevenir la propagación de infecciones.

  • No deje que le corten las cutículas. La función de estas es sellar la piel a la lámina de la uña, por lo que eliminarlas puede provocar su debilitamiento.
Salón de manicura
La manicurista debe observar máximas normas de higieneInternet

Delatan su estado de salud

Algunas alteraciones en su color, textura, forma o velocidad de crecimiento pueden ser el aviso de algún problema. Por ejemplo, si se ven amarillentas quizás no se deba solo al uso excesivo de esmalte, sino que la causa podría estar en ciertas enfermedades pulmonares.

Si están muy oscuras puede significar la presencia de melanoma (cáncer de piel). Acuda al médico si las nota de un color diferente al habitual.

Hábitos dañinos

  • No las muerda ni se las coma. Morder las uñas e ir cortándolas de a poco con los dientes, además de ser antihigiénico, las deja desiguales y carcomidas, y daña el lecho ungueal (la piel debajo de ellas). Y al estar constantemente húmedas por la saliva, será más fácil que proliferen los hongos o aparezcan enfermedades. Además de debilitarlas y evitar que crezcan como corresponde, daña sus dientes.

  • Si le salen ‘padrastros’ (piel en los laterales de las uñas), córtelos, no los arranque; así evitará infecciones y que la piel quede lastimada, al rojo vivo. Un remedio casero para evitar esta práctica indebida consiste en aplicar una sustancia de sabor desagradable como vinagre, salsa picante, o productos de sabor amargo.

  • No use esmalte todos los días. Claro que la laca las deja presentables, bonitas, pero esta impide que ‘respiren’; por eso pruebe a dejarlas sin pintar los fines de semana o esta por completo. Prefiera los quitaesmaltes sin acetona, y evite los de tipo permanente.

  • No las use para destapar cosas. Tampoco para rasgar algo que se quedó pegado en la encimera, ni para quitar un adhesivo, etc. Recuerde que para ello existen herramientas específicas. Trátelas bien y no las ‘obligue’ a hacer trabajos que las perjudiquen.