Se ha vuelto común que muchas personas decidan no merendar porque piensan que así bajarán de peso, pero aquella práctica en lugar de ayudar, puede derivar en algunas complicaciones.

El nutricionista Javier Clavijo Brito da algunos ejemplos de lo que te podría causar:

1. Un ayuno prolongado, por muy irónico que parezca, hará más difícil perder peso y el exceso de grasa que tienes en tu cuerpo. Además, habrá más probabilidades de desarrollar resistencia a la insulina (diabetes).
2. Aumentará el riesgo de desarrollar afecciones gástricas (gastritis, úlceras, cáncer de estómago...). 
3. Puede generar malnutrición o desnutrición, además de que será mayor el apetito al siguiente día y, por lo tanto, exageraremos en nuestra ingesta del desayuno. 
4. Provocará mayor ansiedad por alimentos altos en sal, azúcares y grasas saturadas.

Para tratar de erradicar este mal hábito alimentario es importante educar y concienciar a las personas para que conozcan que la merienda es una comida muy importante, que no se puede reemplazar y que comerla aporta beneficios, como un mejor descanso y un correcto metabolismo, indica el profesional.

• ¿Que merendar?

- El nutricionista explica que es necesario hacer énfasis en que las mejores opciones de comidas por las noches son los alimentos naturales o, al menos, los menos procesados.

- Los cereales como la avena, el arroz, la cebada o el trigo se deben consumir en cantidades moderadas o pocas y de preferencia en sus versiones integrales.

- Los almidones como la papa o la yuca, al igual que los cereales, se recomiendan en cantidades moderadas o pocas. Su método de cocción no debe involucrar saturación de grasas (frituras).

- Los vegetales y las verduras hay que consumirlos en todas las variedades y colores posibles, ya que así se logra obtener la mayor cantidad de beneficios. Puedes comer una cantidad de al menos la mitad del tamaño de tu plato.

- En el caso de las frutas, al contrario del mito de que en las noches "engordan", son beneficiosas, ya que aportan fibra, agua, vitaminas y antioxidantes a tu cuerpo, que son muy necesarios para el óptimo metabolismo. La recomendación de frutas por las noches será igual que durante el día: una porción por comida.

- Los lácteos hay que preferirlos en sus versiones bajas en grasas (o descremadas) y sin azúcares añadidos. También es recomendable que no se consuma con alimentos altos en hierro (res, hígado, lentejas, espinacas), ya que esto disminuye la absorción del mineral, por lo que es preferible ingerirlos en otro momento del día.

- Las carnes por las noches al menos deben ser magras (libres o con mínimo de grasa) y no rojas. Preferir pollo, pescado de mar, pavo o atún y sus preparaciones siempre deberían ser saludables (asados, al horno, parrilla, estofado, guisado, bistec, etc).

- El huevo es una opción muy recomendada (principalmente la clara), ya que se puede combinar con vegetales variados para crear platos de un alto valor biológico.