
Café, música y comunidad: así fue el segundo Coffee Party de Off Pace en Segafredo
Los coffee parties se consolidan como tendencia en Ecuador: eventos que combinan café de especialidad, música y comunidad
En Ecuador, los coffee parties están cambiando la forma en que nos reunimos y celebramos. Son encuentros que suceden a plena luz del día, con café de especialidad como protagonista, buena música y una estética pensada al detalle. Este domingo, Off Pace volvió a activar la escena con su segunda edición en Segafredo: una jornada inmersiva que reunió a baristas, runners y curiosos del café en un ambiente cálido y creativo.
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Hoy en día, los coffee parties han ganado popularidad en ciudades como Quito, Guayaquil y Cuenca. Cafeterías, colectivos creativos y marcas emergentes están apostando por este formato que celebra el café como experiencia social. La propuesta incluye métodos alternativos, ambientación musical, diseño visual y productos locales.
Este domingo cientos de personas se reunieron en torno a una idea que va más allá del café: conectar desde el movimiento, la música y la energía compartida. Así comenzó la segunda edición del Coffee Party organizado por Off Pace junto a Segafredo, con un registro ágil y una playlist que ya marcaba el pulso del día. A las 8:20, el calentamiento transformó la espera en ritual, preparando a todos para recorrer cinco kilómetros con cuerpo activo y mente abierta.
Después de correr los 5K, llegó el momento que todos esperaban: Segafredo ya no era solo una cafetería, sino el epicentro de una experiencia diseñada para reconectar. El café recién preparado, açai y un menú especial que parecía hecho a medida para ese momento. Cada persona encontraba su ritmo entre saludos, risas y baile. Lo físico quedaba atrás, y lo sensorial, estético y emocional tomaba el protagonismo.

Premios, barra y vibra colectiva
Las marcas auspiciantes activaron concursos y premios que sumaron juego y sorpresa a la jornada. Pero lo que realmente encendió el lugar fue la espontaneidad: los meseros, contagiados por la música y la energía del público, bailaron sobre la barra y animaron a los asistentes con movimientos que rompieron cualquier distancia. La fiesta no tenía un centro, sino múltiples focos de conexión.
Entre risas y pasos improvisados , los asistentes se dejaron llevar por el ambiente sin necesidad de alguna estructura. Lo que comenzó como una activación post-carrera terminó siendo una celebración espontánea, donde cada rincón tenía su propio ritmo. El segundo piso se convirtió en una especie de cápsula urbana: cálida, libre y llena de microhistorias que solo ocurren cuando la vibra es genuina.
Lo que ocurrió este domingo junto con Off Pace y Segafredo no fue solo una fiesta: fue una muestra de cómo los coffee parties están redefiniendo el encuentro urbano en Ecuador. Más allá del café y la música, lo que se vivió fue una experiencia espontánea, donde las marcas, los asistentes y hasta el staff se volvieron parte de una misma historia. Este tipo de eventos no solo conectan, sino que transforman el espacio cotidiano en una plataforma de expresión y comunidad.
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