¿Te levantas todas las mañanas y vas directamente a la báscula para saber cuánto pesas? ¿Te estresas cuando descubres que subiste una o dos libras más en pocos días? ¿Evitas tomar mucha agua porque piensas que vas a pesar más? Esta son algunas de las dudas que muchas personas tienen cuando desean bajar esos kilitos extras.

Según la nutricionista Adriana Pilamunga, es común que los pacientes suelan enfocarse netamente en el peso que marca la balanza, mas no en la composición corporal. “La mayoría no sabe cómo distinguir cada término y por eso solo se centran en dietas restrictivas por querer encajar en patrones de cuerpos perfectos cuando en realidad, todos los organismos son totalmente distintos”, dice la experta.

Sus diferencias

Mientras que el peso corporal mide las libras o kilogramos que tiene de forma general, la composición corporal está basada en la distribución porcentual del músculo, grasa, agua, tejido óseo y de los órganos. Para conocer este segundo análisis, el médico o nutricionista realiza un escaneo completo de la persona en base a factores como la edad, talla, nivel de actividad física, entre otros.

Pilamunga recalca que lo más importante es poner atención en la composición corporal porque esta es la que dará a conocer si cuenta con un porcentaje de grasa mayor o menor al recomendado. “Las mujeres suelen tener más acumulación de grasa que los hombres. Para ellas, el porcentaje saludable oscila entre el 21 y el 24 %. En cambio, para los caballeros se recomienda que el margen sea del 14 al 17 %”, explica la especialista.

Debes saber

La nutricionista acentúa que lo óptimo es perder hasta dos kilos de grasa a la semana. Si se excede de esa cantidad, podría poner en riesgo el músculo en su cuerpo. Entre más musculatura tengas, podrás perder grasa con mayor facilidad. 

Consejos a seguir

• No olvides tomar agua. La deshidratación afecta a la función cerebral, los riñones, la vista y el corazón.
• Pésate una o dos veces al mes. No es aconsejable hacerlo a diario porque se podría volver una obsesión. El peso puede variar debido a la retención de líquidos causada por la cantidad de sal que ingeriste el día anterior.