El día internacional del beso robado o el Kissing Day se estableció un 6 de julio 2006 y está dedicado a los amantes que roban besos. A través de este día también se busca resaltar los beneficios de besar y el lugar que ocupa en nuestra sociedad este acto. Sin embargo, en EXPRESO hemos querido aprovechar la fecha para plantear una interrogante: ¿Se debe romantizar este día o este gesto? 

Luidmila Morales, máster en género y desarrollo, graduada en la FLACSO, señala que el marco correcto para tratar este tema es recalcar la necesidad del consentimiento sentimental y consentimiento sexual. ¿Por qué no romantizar esta práctica? "A simple vista puede parecer una acción inocente, pero muchas veces tiene que ver con una falta de consentimiento por parte de las personas, vulnerando su integridad física o psicológica".

Temas como este hay que analizarlos desde las relaciones de los géneros y la cultura, señala Morales. "La relación de inter-poder de género se encuentra normalizada en distintas culturas, eso hace que se romantice muchos escenarios, es decir, que se vean como un asunto normal llegando a pensar que por ser “tradición o costumbre” hay que aceptarlos... Normalizando así las distintas relaciones de poder de género en la sociedad y con esto la violencia".

En el caso de los actos sin consentimiento se incluye al beso robado, los piropos, el acoso sexual callejero, entre otros, "están interconectados entre sí", explica la experta en género. Y, lo que ante la práctica cultural se ve como “inofensivo”, directamente se conecta a otras formas de violencia como la violencia sexual, que se deriva de ejercer poder sobre el cuerpo de otras personas.

Aura Carrillo, presidenta de la AFU Nacional (Asociación Femenina Universitaria Nacional), coincide con Morales. Para ella, un beso robado significa abuso de poder e invita a rechazarlo citando el art. 166 del COIP que vulnera el derecho de intimidad y libertad sexual.

La activista cree que las víctimas de este tipo de acoso no lo denuncian porque minimizan  lo sucedido; por falta de educación y políticas públicas a las que se tenga acceso y que permitan facilitar el reconocimiento de este tipo de acoso o abuso.

Por otro lado Morales, menciona que no se trata de de una exigencia moderna de los movimientos feministas y que "el discurso conservador, intenta posicionar como si el respeto o deconstruir las relaciones de poder fuera una antítesis, fuera opuesto al placer y no como lo que es; un asunto de DERECHOS y consentimiento".

¿Qué significa el consentimiento? "Decir explícitamente SI O NO y entender que acceder a una práctica no quiere decir que se vaya a acceder a otra", explica Morales.

Por su parte, Rodolfo Rodríguez, sexólogo, recalca la cautela hasta con las cosas más básicas de la sexualidad, como lo es un beso. Dice que está mal romantizarlo siempre y cuando no existan parámetros de afinidad entre las personas involucradas, "pero un beso debe ser romantizado, debe ser erotizado, debe ser placentero y no forzado".

¿Acceder a un beso puede estar dando apertura a otras cosas?

Rodríguez dice que química y estadísticamente está comprobado que el primer beso determina la compatibilidad bioquímica de las parejas, señala que 6 de cada 10 mujeres con el primer beso pueden determinar si realmente le gusta la persona involucrada. 

"Lo bonito del beso es que significa un preámbulo, un abreboca, pero actúa sobre el cerebro desencadenando todo lo que se puede sentir, es decir, que si es de una forma violenta o sin consentimiento puede generar un reacción contraria a la que se espera", el experto insiste en que se necesita una buena lectura.

Rodríguez coincide con Carrillo en que información y conocimiento sobre educación sexual, ya que con los principios, valores y ética la persona puede decidir cómo tomar esta situación, pudiendo discernir si se encuentra en luz verde, roja o amarilla. "Las personas pueden decir que no, después de haber dicho un sí", añade.

Cabe recalcar que las normalizaciones de poder aplican tanto para hombres como para mujeres... Así, una vez que se entiende la relación entre los distintos tipos de violencia, no es difícil entender por qué robarle un beso a otra persona, se lo puede definir como violencia.