Esfuerzo. El tenista suizo Stanislas Wawrinka, número 3 del mundo, reacciona con garra durante la final del US Open ante Djokovik.

Wawrinka, rey del US Open

El mundo del tenis deberá empezar a hacerle algo más de justicia a Stanislas Wawrinka.

El mundo del tenis deberá empezar a hacerle algo más de justicia a Stanislas Wawrinka. El suizo, con un perfil mucho más bajo que el de los Cuatro Fantásticos, volvió ayer a impactar al mundo al sorprender a Novak Djokovic en la final del US Open y quedarse con un nuevo título de Grand Slam. El tercero ya de su carrera, que incluye también coronaciones en Australia y Roland Garros.

Con un tenis sólido, buenos impactos sobre todo con su impecable revés y una defensa incansable, llevó a la desazón al número 1 del mundo y se impuso por 6-7 (1-7), 6-4, 7-5 y 6-3 en el encuentro decisivo en Nueva York.

Djokovic iba en busca de su título número 13 de Grand Slam y en el primer set mostró, a pesar de algunos tropezones, cuánto deseaba alcanzar ese objetivo que lo dejaba a tan solo un título grande de Rafael Nadal. El serbio fue a fondo de entrada para obtener la primera diferencia y pronto tuvo frutos, al quebrar el saque de Wawrinka en el segundo game del partido. A partir de esa situación, logró mantener la diferencia e incluso de una buena oportunidad para cerrar la historia cuando el suizo sacó 2-5 y 15-40. Pero no pudo capitalizar esas chances y encima resignó su saque en el juego siguiente.

Al cabo, tuvieron que desempatar en el tie-break y allí Djokovic fue el más sólido de entrada. El suizo se llevó con un intercambio espectacular el tercer punto del desenlace, pero a la postre fue el único que consiguió llevarse: el 7-1 le dio la primera diferencia al líder del ranking mundial.

Wawrinka no se dejó vencer por el desaliento y siguió buscando las debilidades del # 1 hasta encontrarlas. Se benefició por una molestia del serbio en una de las uñas del pie que sangraba y por lo que tuvo que parar dos veces. ‘Nole’ lo intentó, pero después de las pausas nada volvió a ser igual.

Wawrinka, de 31 años, jugó ayer su primera final del Abierto y se marchó con el tercer título de Grand Slam de su carrera, pues en 2014 se alzó con el Abierto de Australia y en 2015 con el Roland Garros.

El partido duró tres horas y 54 minutos.

El suizo, el campeón más veterano del Abierto de Estados Unidos desde que el australiano Ken Rosewall ganó en 1970 con 35 años, se llevó un premio de 3,5 millones de dólares.

El número uno del mundo recibió un cheque de 1’750.000 dólares.