Las violentas protestas en el colegio Montufar
L as personas podemos diferir en nuestro pensamiento, en nuestras ideas. Eso es normal y saludable en toda convivencia humana y civilizada; sin embargo, en los últimos tiempos vemos cómo la intolerancia asalta el accionar de muchos grupos sociales y eso ya es peligroso. El más reciente episodio lo hemos visto en el colegio Montúfar en Quito, donde estudiantes y policías se enfrascaron en una batalla campal porque los primeros defienden a un grupo de profesores que fueron reubicados. La protestas, tímidas en un inicio por parte de los estudiantes, fueron cambiando de tono hasta alcanzar picos de violencia preocupantes. Al final se suspendieron las clases. Esto no puede estar ocurriendo.