Plantón. Activistas de derechos protestaron en la plaza San Francisco.

De la violencia a la revictimizacion

Marcela y su pareja se casaron luego de 5 años de relación. Durante el noviazgo, él nunca mostró ninguna señal de violencia hacia ella ni algún familiar o amigo. Pero, al poco tiempo de convivir, el ‘infierno’ llegó a su casa.

Marcela y su pareja se casaron luego de 5 años de relación. Durante el noviazgo, él nunca mostró ninguna señal de violencia hacia ella ni algún familiar o amigo. Pero, al poco tiempo de convivir, el ‘infierno’ llegó a su casa.

Luego de recibir múltiples insultos, regaños, epítetos despectivos y hasta algunas cachetadas, Marcela decidió denunciar a su pareja. Entonces inició un nuevo tormento.

“Cuando fui a la Fiscalía para poner la denuncia, la fiscal me preguntó la fecha en la que se produjo la violencia. Yo no recordaba días específicos, solo que lo realizaba frecuentemente. Entonces tuve que contarle cuando se suscitó el último problema”, cuenta la mujer.

La denuncia la puso en diciembre de 2015 y su caso todavía sigue en etapa de indagación previa. Ha sido llamada a rendir versión cuatro veces y su agresor está libre.

La abogada María Leonor Jiménez explica que las leyes en materia de defensa y protección de las mujeres retrocedieron cuando se unificaron los delitos de violencia y que muchas veces se produce una revictimización.

“El Código Orgánico Integral Penal, lejos de proteger, ha complicado la situación enormemente, ya que ha formalizado todo en un solo patrón. Y la violencia familiar no es la violencia común. Ahora las mismas fiscalías que llevan violencia física también tienen a su cargo la psicológica y, además, los homicidios y femicidios, entonces algunos casos quedan en la nada”, enfatiza la jurista.

El mayor Patricio Arroyo, jefe del Departamento de Violencia Intrafamiliar de la Zona 8, menciona que es necesario que las mujeres comprendan que nadie tiene poder sobre su cuerpo y que es importante denunciar así suceda una sola vez.

“En Guayaquil, los distritos Portete, Nueva Prosperina y Durán son los que presentan una mayor cantidad de alertas por violencia, pero la mayoría de esas mujeres no quieren que sus esposos vayan a la cárcel”, señala el oficial. Eso, explica, genera un problema porque les impide a ellos investigar y prevenir otros delitos como el femicidio.

La mañana y tarde de ayer, cientos de personas salieron a protestar en varias ciudades del país bajo el lema “ni una menos, vivas nos queremos”, en conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.