Ni los vigilantes ni los conos

Cada vez, señor Director, se hace más difícil circular en vehículo por la vía Samborondón. Así, no soy el primer lector en enviar una carta al prestigioso Diario que usted dirige expresando nuestra preocupación por dicho problema. El caos vehicular se empieza a formar desde muy temprano en los primeros kilómetros de la arteria, en donde se ubican los colegios y universidades. Los padres que llevan a sus hijos aprovechan para ir también a sus trabajos de tal forma que se multiplica la cantidad de automotores circulando. Ni los conos que colocan para que fluya el tráfico ni los vigilantes de la CTE son suficientes para controlar tanto desorden.

Betsy Urbano de B.