Es viable la U. de Guayaquil

Es la pregunta que desde 1972 se hace la sociedad guayaquileña. Más en la última década, cuando el efecto de la intervención del correato incrementó los factores de crisis y puso mayores obstáculos de viabilidad de la universidad. Los PhD de la corrupción con su sistema crearon en las universidades estatales núcleos opuestos a una universidad autónoma, crítica y vinculada a las necesidades y demandas socioeconómicas.

La propuesta de los tecnócratas engreídos del CES produjo un torpe proyecto de desprofesionalización de la universidad para embarcarla en un supuesto proceso de creación de la inviable “universidad de investigación”. Esa gavilla nunca comprendió la universidad, las razones válidas de la autonomía y la importancia de la vigencia de las particularidades regionales que históricamente han tenido. Quisieron imponerle las características ilusorias de una supuesta “universidad nacional” (¿?), que solo existía en los delirios de esa mafia.

Por eso es importante la intervención de hoy en la U. de Guayaquil, para encontrar una salida, pues en las universidades estatales aún no se debate ni hay consenso sobre el tipo de universidad que requiere la sociedad, las necesidades y demandas del Ecuador y de Guayaquil. En 2007, cuando iniciaron los corruptos del correato su control y mayor destrucción, habían transcurrido cuatro décadas de vigencia de las profesionalizantes. Los resultados del proceso dicen que esos centros de educación superior, aunque han “titulado” los recursos humanos, las profesiones que ofrecen no están sintonizadas con el desarrollo y requerimientos del país. Esto hace necesario que antes de querer establecer la universidad de investigación nos preguntemos si no es urgente primero redefinir y reestructurar los efectos de la profesionalizante. De ahí que los académicos interventores de hoy tendrán que llamar a los hombres y mujeres universitarios a debatir sobre este problema. “Los investigadores docentes” (¿?) no se crean por másteres y PhD. Tampoco con cuarenta horas semanales de clases y mil tareas. Esto es imposible. La pregunta actual es: ¿por dónde hay que enrumbar a la U. de Guayaquil para hacerla viable? Así como está hoy no lo es.