Grietas. La vía entre Rocafuerte y Manta se agrietó durante el terremoto.

La via de ingreso a Rocafuerte no resistio

6 fallecidos hubo en Rocafuerte por el sismo, según la Secretaría Nacional de Riesgos

La enorme grieta se extiende por casi un kilómetro. Está en la vía que une a la población de Rocafuerte con Manta, en Manabí. La carretera se hundió durante el terremoto de 7,8 grados, del sábado 16 de abril. Las cintas amarillas advierten el peligro a quienes circulan por allí.

La ruptura atraviesa el sector Las Chacras, en la parroquia Río Chico. El día de terremoto, dos autos cayeron en las grietas. Afortunadamente, dicen en el pueblo, no hubo víctimas.

Moradores del sector cuentan que durante el temblor la “calle se movía de un lado para otro” y empezó a romperse. Julio Zambrano dijo a EXPRESO que parecía que alguien “estrujaba la carretera”.

Es una vía de primer orden y ahora está inservible. Tiene grietas de más de dos metros de profundidad, la abertura es de casi un metro de ancho. Los habitantes del sector, a pesar del riesgo, cruzan en moto, bicicleta, a pie y, los más arriesgados, en carros pequeños.

Sandra Valencia, moradora del sector El Resbalón, dice que deben hacer transbordos para movilizarse. Ella es parte de los damnificados que fueron llevados a un albergue. Junto con otras madres de familia han convertido la vereda en una lavandería comunal. “Nos pusimos en este sector porque el vecino tiene un pozo y nos da agua para lavar nada más”, cuenta resignada.

Yadira Cevallos la interrumpe con un pedido que se repite en las zonas afectadas: que se abastezcan las tiendas y los comercios. Ella necesita pañales para los niños pequeños. “20 familias estamos albergadas en dos casas. Nos da miedo volver a donde vivíamos por los temblores que se sienten todos los días”, dijo.

A ellos también les preocupa el futuro inmediato de los niños y jóvenes del sector: la Unidad Educativa San Francisco de Sales sufrió daños en su estructura. Una de las religiosas que están al cuidado del colegio y que pidió la reserva de su nombre, confirmó que el edificio no es apto para iniciar clases.

Rocafuerte tiene un problema adicional: las dos cúpulas de la iglesia central están resquebradas. El párroco Vicente Zambrano asegura que la edificación tiene más de cien años y está considerada como un bien patrimonial.

Las autoridades municipales, cuenta preocupado, creen que deberán derrocarla. Él no está de acuerdo. Sugiere que sea una decisión del Instituto Nacional de Patrimonio. El templo fue renovado hace 25 años. Se levantó en honor a Nuestra Señora de El Carmen. RRG