Verismo

En el siglo XIX escritores franceses e italianos buscaron capturar cada vez más “verdad” dramática en sus obras; retratar personas, emociones y hechos lo más pegados a la realidad. La música fue la última de las artes en ser afectada por el realismo porque los compositores necesitaban métodos formales y estilísticos que eran contrarios a los principios del realismo literario. En la ópera, la Traviata de Verdi, Carmen de Bizet y quizás Elixir del Amor de Donizetti fueron excepciones.

Se presentó una reacción contra las emociones exaltadas de la ópera en general, y contra la irrealidad y altanería simbólica del mundo wagneriano. El realismo ejerció gran influencia en los compositores de ópera, especialmente en los italianos. El melodrama se centró entonces en una realidad mucho más viva, que exponía las pasiones y conflictos de cada día, reflejando la vida tal como era. Accedieron al escenario las personas que diariamente paseaban sus angustias y problemas por la calle. Fuera nobles y personajes mitológicos. Nacía el verismo, que buscó efectos dramáticos, los cuales, en ocasiones, casi desembocaban en el grito. Esta vocalización exige una nueva técnica de emisión y respiración. La música se aleja totalmente del bel canto. Se tiende a buscar una orquesta más potente y que sea capaz de reforzar y subrayar el dramatismo de la acción.

Los veristas enseñan la parte más oscura, más baja del ser humano, las malas pasiones e instintos, las injusticias más descarnadas que comete la sociedad, la miseria material y espiritual de muchas personas, el odio que a veces somos capaces de acumular, el daño que somos capaces de infringir, la traición que somos capaces de llevar a cabo. Como se dirá en el prólogo de la ópera más emblemática del género, Pagliacci, de Leoncavallo, se pretende llevar al escenario “un trozo de vida”. El verismo, igual que el naturalismo en literatura, quiere demostrar que el hombre, en realidad, es un ser muy peligroso, que cuando las cosas se le tuercen, saca la bestia que lleva dentro. Compositores veristas son Mascagni, Leoncavallo, Giordano, Cilea y Puccini.