Vera, el apellido de Guayas

Hace aproximadamente 500 años, en el siglo XVI, los españoles llegaron al territorio ecuatoriano. Uno de ellos, el conquistador Pedro González de Vera, se apoderó de lo que hoy es Guayas y Manabí. A partir de ahí, por el proceso de mestizaje, el apelli

Hace aproximadamente 500 años, en el siglo XVI, los españoles llegaron al territorio ecuatoriano. Uno de ellos, el conquistador Pedro González de Vera, se apoderó de lo que hoy es Guayas y Manabí. A partir de ahí, por el proceso de mestizaje, el apellido Vera se distribuyó a lo largo de la Costa y algunas partes de la región Sierra.

Hoy, Guayas es la provincia que tiene más inscritos con ese apellido, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), que con su aplicativo ‘Visualizador de nombres y apellidos’ permite conocer cuántos compatriotas se llaman de igual manera, desde 1800 hasta 2015.

Ecuador tenía 159.378 registros del apellido Vera hasta el año pasado. Y de esa cantidad, 51.863 eran de Guayas. Estas cifras lo ubican en cuarto lugar a nivel nacional, después de Zambrano, Sánchez y Rodríguez.

“Vera es un apellido español originario de Navarra”, explica el historiador y genealogista guayaquileño Ezio Garay. Según el investigador, al conquistador González de Vera se le otorgaron encomiendas, que eran instituciones socioeconómicas medievales en las que un dueño tomaba un territorio y se le encomendaban los nativos que vivían ahí, quienes debían retribuirle con trabajos. Estos recibían el apellido de los encomenderos.

“En Santa Elena hay personas apellidadas Vera, es decir, que los ancestros de esos señores Vera de la península pertenecieron a la encomienda de este conquistador González de Vera”, agrega.

Así, con el crecimiento de la población mestiza de la Costa, este apellido se ha extendido a más familias. “De este gran mestizaje es que salimos los ecuatorianos, por eso todos tenemos apellidos españoles”, recuerda Garay.

Esta situación se reproduce en la vida de quienes habitan en algún cantón de Guayas. Es por esto que cuando Vicky Vera, ejecutiva de 36 años, conoce a otra persona con su mismo apellido, lo primero que desea saber es si cabe la posibilidad de que sean familiares. “Si me dicen que son de Manabí les cuento que mi papá es de allá y resulta que somos familia, la cuestión es que a veces no lo sabemos”, menciona.

Ella tiene ocho tíos y cerca de 40 primos de parte paterna, quienes en su mayoría viven en la urbe porteña desde hace más de 30 años. “Sigue creciendo la familia Vera”, comenta.

Ornella Vera, estudiante de 21 años, también ha vivido algo similar: “Mi papá conoció a un señor de apellido Vera y resulta que era primo de un primo en segundo grado”. Ella es de Guayaquil, pero su familia es de Manabí.

En esta provincia, Vera es el cuarto apellido más registrado en los últimos 20 años, con 13.629 inscritos. En Santa Elena, la segunda provincia con la tasa más alta de inscritos con respecto a su población total después de Los Ríos, se registran 1.309 personas en ese periodo.

El aplicativo del INEC permite conocer cuáles son los apellidos más y menos comunes, incluso los que han desaparecido.

Esta extinción se debe a que el apellido se pierde en la línea materna. No obstante, en enero de este año se aprobó la Ley Orgánica de Gestión de la Identidad y Datos Civiles (Logidac), que permite escoger qué apellido irá en primer lugar.

Ezio Garay añade que en el país hay apellidos autóctonos, pero que estos se presentan en menos poblaciones. “En Chanduy está Villón, en Santa Elena y Guayas están Yagual y Quinde, en Jipijapa está Parrales y en Montecristi está Quijije. Esas personas tienen los verdaderos apellidos propios del Ecuador”, recalca.

También, debido a procesos migratorios se han adquirido o perdido estos nombres. Por ejemplo, la migración jamaiquina a inicios del siglo XIX, por motivo de la construcción del ferrocarril, trajo apellidos anglosajones como Sandiford o Barker, que ahora son comunes en poblaciones afrodescendientes.

En todo caso, los Vera son los ecuatorianos más comunes en la provincia y posiblemente en Guayaquil, que concentra a la mayor parte de la población.

Por cierto, a fines de los años 80 un popular programa guayaquileño de televisión, ‘Mis adorables entenados’, tenía como protagonistas a un grupo de hermanos de diferentes madres, pero todos de apellido Vera. Al parecer no fue solo coincidencia.

Selección de nombres

Dylan desplaza a José; y Ashley a María

En los últimos 50 años, las preferencias a la hora de elegir nombres han cambiado. Ahora se emplean más nombres extranjeros.

Según el semiólogo guayaquileño Hoover Mora, esto se debe a la globalización que involucró al país con la llegada de la televisión e Internet, siendo las telenovelas las principales influencias.

“Seleccionan el nombre por un proceso de identidad, porque les ha gustado y lo asocian con un personaje”, indica. Agrega que son pocos los nombres que se colocan por significado y que en la elección también influye la tradición religiosa.

Marcia Quijije, de Guayaquil, escogió nombres anglosajones para sus hijas: Kelly y Cynthia, “por ser ‘americanos’ y diferentes”.

Según Olivier Dumani, director del Registro Civil Municipal, en la ciudad no dejan de registrarse nombres curiosos del medio, como los de los cantantes Romeo Santos, Roberto Carlos o Servando y Florentino.

El detalle

Origen. Los apellidos españoles, en su mayoría, son patronímicos, es decir que se derivan de un nombre, por ejemplo: González, Rodríguez o Sánchez.