Venezuela: terrorismo de Estado

Terrorismo de Estado, eso es lo que vive Venezuela en los momentos actuales. Cuando en un país, desde las más altas esferas del poder se dice categóricamente y sin ningún pudor que “lo que no se puede conquistar con votos, se lo hará mediante las balas”. O cuando en discursos encendidos el primer mandatario afirma que sacará a las calles a sus soldados para que repriman por la fuerza a sus opositores, que no son partidarios de “su revolución”, se evidencia que lo que se hace no es más que implantar un terrorismo de Estado. Si a esta tremenda barbaridad se suman procedimientos que violentan la voluntad popular al convocar una Asamblea Constituyente para dictar una nueva carta política, cuando si así se quiere proceder lo legal es que para ello primeramente se consulte al pueblo si desea que esa asamblea se reúna, hay terrorismo de Estado. Como si todo esto no fuere suficiente para que se pueda hablar de terrorismo de Estado, el poder Judicial de ese país, obsecuente y sumiso al “inmaduro” presidente, resolvió desconocer a la Asamblea Nacional solamente porque tiene una avasalladora mayoría antigobiernista. Esta absurda y atrabiliaria resolución tuvo que quedar sin efecto porque los altos magistrados de justicia la revocaron ante la presión popular. Noventa días de lucha en las calles de toda Venezuela lleva el pueblo que quiere la libertad. 81 muertos y cerca de 1.500 heridos es hasta este momento el saldo trágico de la lucha de un pueblo por la libertad. Esta tremenda tragedia es vista de soslayo por los gobiernos de países que dicen ser democráticos y que sin embargo no actúan con decisión y con apego a los instrumentos internacionales creados y aprobados por todos ellos para que impere la paz y la defensa de los derechos humanitarios.

Venezuela no está sola en esta heroica lucha por volver a reconquistar su libertad. La acompañan todos los pueblos de la tierra que saben lo que significa ser libres. Venezuela debe recordar a Eloy Alfaro cuando dijo: “La hora más oscura es la más próxima a la aurora”. Y esa es la hora que hoy vive Venezuela.