Supermercado. Soldados venezolanos hacen guardia, mientras la gente hace cola para tratar de comprar aceite y margarina en Caracas.

Venezuela intenta salir a flote militarizando la economia

Los militares venezolanos comenzaron a fiscalizar ayer la distribución de alimentos en puertos, aeropuertos y empresas, un día después de que el presidente Nicolás Maduro les delegara un plan para paliar la aguda escasez.

Los militares venezolanos comenzaron a fiscalizar ayer la distribución de alimentos en puertos, aeropuertos y empresas, un día después de que el presidente Nicolás Maduro les delegara un plan para paliar la aguda escasez.

“Hemos ocupado algunos puertos y hemos comenzado a visitar algunos silos, almacenes, empresas públicas, privadas, para ir teniendo un gran diagnóstico nacional que nos permita poner orden”, declaró el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, en un acto público.

Responsable del programa, el funcionario señaló que aunque no es partidario de la “intervención militar” en cuestiones civiles, “este es un asunto de seguridad y defensa de la nación”.

Decenas de efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) fueron desplegados en los estados de Vargas, Miranda, Carabobo, Falcón, Lara, Zulia y Anzoátegui (este) para inspeccionar la distribución de víveres y otros bienes básicos.

Al lanzar la “Gran Misión Abastecimiento Soberano y Seguro”, Maduro dijo la noche del lunes que el objetivo es “acabar con los sistemas y mecanismos de comercialización que atacan, irritan y roban al pueblo”.

El mandatario se refería a prácticas como el “bachaqueo” o reventa de alimentos subsidiados, que terminan en manos de contrabandistas con la complicidad de funcionarios corruptos.

Según Maduro, ese delito, castigado con cinco años de cárcel, hace parte de una “guerra no convencional” de la oposición y empresarios de derecha para derrocarlo. Frente a ese desafío, el presidente ha invocado la necesidad de otorgar más poder a los militares.

“Vamos a garantizar que lo que llega al puerto y lo que viene por las carreteras vaya a los consumidores, no vaya a la reventa o al bachaqueo”, declaró el gobernador de Zulia, Francisco Arias, a la TV gubernamental.

Cumpliendo su amenaza de intervenir las empresas que cesen operaciones, el Gobierno se hizo con el control -y la entregó a los trabajadores- de la planta del fabricante estadounidense de productos de higiene personal Kimberly-Clark, que suspendió operaciones argumentando “el deterioro” económico.