Venezuela y Francisco

Cuando decidí hablar de Venezuela esta semana, recibí críticas. “¿Qué más vas a decir de eso?” Y tienen razón, hemos llegado a un punto donde ya no hay más que opinar. Maduro y la cúpula chavista no abandonarán el poder. No necesariamente porque defiendan con su vida el proyecto de la revolución, sino porque son intocables. Y la idea de volver a la mortalidad no está en sus planes. No importan las artimañas que tengan que utilizar. Anular una Asamblea Nacional, llamar a una constituyente, sin ningún tipo de argumento jurídico. Disminuir a la oposición a terroristas (mecanismo de deshumanizar al “otro” para que no exista mayor remordimiento en enfrentamientos, técnica utilizada por ejemplo en el genocidio de Ruanda), de aquí que esta no “deba” formar parte de las decisiones políticas del país. Parece que no importan los muertos, o que estén empujando al país a una guerra civil (si se puede llamar guerra a un conflicto entre un bando armado y el otro improvisado). De la oposición tampoco hay mucho que decir: las 3 o 4 cabezas políticas se han hecho presentes. Su vida personal, sus ganas de migrar del país, de darle lo “mejor a su familia”, quedaron reemplazados por salir a las calles y mandar tuits. Porque esa es su capacidad de acción. Lamentablemente de ahí no pasan. Capacidad de negociación, cero. ¿Armar a la población civil? No creo que quiera pesar en la conciencia de ninguno. ¿Buscar mediación internacional? ¿De qué tanto sirvió la foto de Justin Trudeau con la bandera de 7 estrellas? ¿La de Donald Trump con Tintori? (En menos de un mes de su visita, Goldman Sachs compró $2.800 millones a Pdvsa, generando un rescate financiero a la dictadura). Así que es cierto: nada de lo que se diga o escriba va a ser la diferencia. Pero realmente depende de quién emita el mensaje. Y hay un personaje cuyo silencio y aparente tibieza me sorprenden: ¿dónde está el papa Francisco? ¿Cuál debería ser su rol? ¿Debería tener uno? Y más importante aún, ¿al aceptar no involucrarse resulta que es culpable? Estas son las preguntas que voy a examinar el próximo viernes.