
Venezolanos profetas en tierra ajena
Alejados del país que los vio nacer, deportistas y entrenadores llaneros aportan en el desarrollo de la actividad en Ecuador desde múltiples “trincheras”.
Son víctimas de la crisis o de la “situación país”, como algunos prefieren llamarle para que suene un poco menos doloroso, pero a todos los une una misma pasión: el deporte. Como ellos, muchos. No serán los primeros, ni los últimos, pero en sus historias de vida bien se puede ver reflejada una parte de un colectivo que con el pasar de los días y los meses se va haciendo cada vez más grande.
Llegaron a Ecuador de Caracas, Valencia y Sierra Maestra; todos tan lejanos y cercanos a la vez, los une ser emigrantes.
Antonio Colmenares, Ángel Aguilar y Maleike Pacheco trajeron su talento y actualmente se encuentran aportando en la escena deportiva del país en tenis, béisbol y fútbol, respectivamente, desmitificando por completo el que vienen a quitarle plazas locales.
En el caso de Colmenares, llegó con el bagaje de haber trabajado en sus inicios con entrenadores de Wawrinka o jugadores Copa Davis; mientras que Aguilar potencia dos clubes de béisbol en una de las ligas más importantes del país.
Otros como Maleike Pacheco, se metieron hondo en el sentir nacional al ser arquera y capitana del equipo femenino de Barcelona que juega la Superliga Femenina actual. A tal punto de que renovó un año más y los hinchas le piden nacionalizarse.
Sea como fuera, todos se sienten como en casa; la calidez de los ecuatorianos es muy parecida a la venezolana, dicen; aún así nada cambia a la “tierrita” y aseguran casi llorando que no dudarían en volver. Pero ahora no es el momento. Debe seguir haciendo país desde esta orilla.
Colmenares siembra la semilla del tenis
Al venezolano Antonio Colmenares se le entrecorta la voz al recordar su patria. Alcanza a decir “mucho” cuando se le pregunta cuánto la extraña y guarda silencio porque las lágrimas parecen venírsele en torrente. Nativo de Valencia, estado de Carabobo, el entrenador de 49 años llegó a Ecuador hace dos y desde entonces empezó a trabajar con chicos de entre 12 y 13 años, hasta que entre sus pupilos salió una campeona nacional: Valentina Vargas.
Formador en sus inicios de tenistas llaneros como Daniel Vallverdú, actual entrenador de Stanislas Wawrinka, y exadiestrador de Andy Murray, Tomás Berdych, Grigor Dimitrov y Juan Martín Del Potro, así como de Roberto Maytí, hoy en día uno de los doblistas principales del equipo Copa Davis de Venezuela, Colmenares llegó tras una invitación de trabajo y desde el primer día se fijó entregar todos sus conocimientos en Ecuador. Y los resultados no tardaron en notarse.
“Mucho se habla de que (los venezolanos) llegamos a quitar plazas de trabajo cuando no es así; yo me dediqué a laborar a conciencia. A veces se tiene un mal concepto. Ecuador es un gran país; tiene un muy buen tenis que se está explotando y que debe seguir apoyando y trabajando”, dice el profesional, quien hace año y medio empezó a formar aleatoriamente a Valentina Vargas, campeona nacional sub-12, hasta que hace poco tomó su formación integral y personalizada.
“Ella es muy talentosa. Si sigue en ese camino llegará lejos”, acotó. Hace menos de dos meses Vargas integró la selección sub-12 que compitió en un Sudamericano y consiguió su clasificación al Mundial de la categoría este año en Bolivia.
“Es un muy buen maestro, he aprendido mucho”, añade la deportista, quien para ser la mejor se somete con Colmenares a jornadas intensas en el Albotenis, norte de Guayaquil. De lunes a viernes entrena de 16:30 a 20:00; mientras que los sábados hace doble jornada.
Hoy el maestro está tranquilo. En julio pudo traer al país a su esposa Lisbeth y a sus hijos Ignacio (19) y Andrea (12), pero su corazón siempre estará pendiente de su “Venezuela del alma”.
Aguilar trajo la magia del béisbol vinotinto
Tiene la fecha que pasó migración grabada como si se tratara de una nueva fecha de nacimiento: 28 de octubre de 2018. Y vaya que podría ser así. Ángel Aguilar empezó una nueva vida; está solo en Ecuador con 19 años y llegó sin la certeza de volver a tomar un bate de béisbol, actividad que realiza desde los cuatro años de edad y que en su natal Siera Maestra lo llevaron a integrar la selección estatal y posteriormente la nacional.
Tímido, pero emocionado, cuenta que ya jugó con Tigres la Liga Miraflores y quedó campeón; ayer tenía previsto iniciar un Campeonato Sub-23 en el mismo diamante, pero representando a Fatty. “Pensar que nunca más iba a jugar, sumado a tener que alejarme de mi familia, fue lo más difícil de venir a Ecuador; pero no fue así gracias a Dios”, reseña el beisbolista, quien juega donde lo pongan: shortstop, catcher, pitcher, outfield. “Mientras más trabajo, mejor”, acota.
El joven nacido en el estado de Zulia y quien tiene un Campeonato Latinoamericano a su haber, conversa a ratos viendo el reloj. Trabaja todo el día y juega por las noches en el diamante de Miraflores. “Le debo el estar jugando a personas como Diego Arcos y Fabricio Muñoz, quienes han sido mi apoyo y han confiado en mi juego. Quiero seguir creciendo para el deporte de este país.”
Pacheco, experiencia y liderazgo en Barcelona
Maleike Pacheco hace menos de 15 días recibió la noticia de que se queda un año más en Barcelona, el equipo femenino del Ídolo que este año alcanzó las semifinales de la Superliga Profesional. Está feliz. Mundialista con la selección de Venezuela en 2010, llegó al equipo en enero de este año y desde entonces trabajó a pulso ese nuevo contrato.
Arquera y capitana, la experiencia de la caraqueña próxima a cumplir 26 años en octubre, ha sido fundamental para formar el grupo homogéneo que se ubicó ya entre los 4 mejores del campeonato. Eso no la ha alejado de tener que vivir “aventuras” y romper la idea que muchos tienen de los venezolanos de “que llegan a quitar las plazas de trabajo a los locales”.
Junto a Alexyar Cañas, jugadora, y Ana Victoria Capacho, parte del cuerpo técnico, son las tres llaneras de la plantilla a quienes incluso en algún rato se les dificultó hasta alquilar un departamento “porque muchos creen que los venezolanos son malos”.
“No llegamos a restar, sino a sumar con lo que sabemos hacer: fútbol. No creo que deban cerrarnos las puertas sin primero saber cuál es nuestra historia; no podemos pagar justos por pecadores”, sentenció la arquera que empezó a jugar a los 6 años integrando un equipo con sus primos y dirigidos por su tío; solo que como era la única mujer siempre le daban el arco.
Antes de venir a Barcelona, Pacheco jugó dos años en la Liga Colombiana con el Cortoluá; previamente estuvo seis meses en la liga caribeña de Trinidad y Tobago y antes en Ñañas, de Ecuador, donde conoció a Joselyn Montaño, actual DT de Barcelona y quien la contactó para jugar acá.
“En Ecuador nos sentimos como en casa. Tal es la conexión con su gente que nos han dicho que nos nacionalicemos o que nunca nos vayamos”, precisó Maleike, quien hace dos años no pisa Venezuela. La extraña “brutal”. Hace dos meses pudo traerse a su hermano al país. Sueñan con esa Venezuela bonita, a la que iban muchos turistas por lo que les gustaba... Hasta que eso vuelva a pasar peleará desde esta orilla.