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Vallejo y Espin: sigue el show

El proceso contra la asambleísta Sofía Espín avanzó. Norma Vallejo dejó a PAIS sin un voto clave para aprobar su terna para el Consejo de la Judicatura.

Correístas. La asambleísta Sofía Espín (centro) había anunciado su presencia en la reunión del CAL. Al final, ella no compareció.

Las legisladoras caídas en desgracia siguen siendo las estrellas de la Asamblea. Ayer, después de hacer tanta alharaca sobre la supuesta violación de su derecho a la defensa, Sofía Espín dejó plantado al CAL (Consejo de Administración Legislativa), donde se la esperaba, precisamente para que se defendiera.

Mientras tanto, arrancó un proceso contra Norma Vallejo, acusada de cobrar a sus asesores un porcentaje de sus sueldos. En medio del escándalo, ella asistió a la sesión de la mañana pero desapareció en la de la tarde. Nadie imaginó que su ausencia causaría una debacle: por un voto (el suyo) el oficialismo no pudo aprobar la terna que, en acuerdo con los socialcristianos, propuso para integrar el Consejo de la Judicatura. Así avanzan las cosas en la Asamblea: a empellones.

El caso de Sofía Espín sigue su curso. En realidad, aquello de recibirla en el CAL era -luego de que se quejara tanto- una deferencia al margen del proceso. No es el CAL el que tiene que juzgarla, sino la comisión de tres miembros designada ayer por el Pleno de la Asamblea e integrada por su coideario Bayron Valle, el independiente Jimmy Candell y Fernando Callejas (CREO). Ellos investigarán la sospechosa visita de la correísta a una testigo protegida del caso Balda y presentarán su informe al Pleno, donde 73 asambleístas se pronunciaron ya en su contra. La destitución parece estar a la vuelta de la esquina.

Norma Vallejo la lleva aún peor. Una grabación (que es del conocimiento público) la vincula con el esquema de cobros que varios asambleístas han montado con el propósito de esquilmar a sus asistentes.

Esa grabación es una de las pruebas aportadas ayer por Fabricio Villamar (CREO) en la denuncia juramentada que presentó contra la asambleísta. Esta tarde, el CAL recibirá a Villamar y decidirá qué hacer con ella.

Según Patricio Donoso, miembro de ese organismo, lo que cabe es un proceso similar al iniciado contra Sofía Espín, a saber: constituir una comisión de tres miembros para investigar el caso.

Mientras tanto, urgida por Homero Castanier (CREO), Vallejo tomó la decisión más sensata que se le recuerde: dio un paso al costado de la presidencia de la Comisión ocasional constituida para vigilar el cumplimiento de las obligaciones del Estado con los jubilados. Y pidió un mes de licencia “por problemas de salud”.

Todo esto ocurrió por la mañana.

Por la tarde Vallejo ya no estuvo y dejó a su partido con un voto menos. Exactamente el voto que faltó para aprobar la terna para el Consejo de la Judicatura. Lo que ocurrió en la sesión vespertina de la Asamblea dejó sin aliento tanto a oficialistas como socialcristianos, juntos una vez más en el empeño de poner sus fichas en el aparato de Justicia.

Cuando la secretaria tomó votación sobre la terna, propuesta por la oficialista Belén Marín, y los votos se quedaron cortos, la desazón recorrió la bancada socialcristiana como una ola en el estadio Azteca. Carlos Falquez daba voces en el teléfono; Luis Fernando Torres movía los brazos como molinos de viento. La presidenta Elizabeth Cabezas dictó un receso de media hora y salió en busca de un acuerdo con los jefes de bancada.

Prioridades legislativas

Ayer por la mañana, Elizabeth Cabezas se reunió con los jefes de bloque para fijar las prioridades de la agenda legislativa: la Ley de Comunicación, las reformas al Código Penal, las leyes agrarias, las reformas a la Ley Orgánica de la Función Legislativa... Sin embargo, la presidenta no quiso consensuar lo que se disponía a votar esa misma tarde: la terna para el Consejo de la Judicatura. El resultado: todo le salió mal.