Aunque hasta el 31 de julio el país había inmunizado completamente solo al 13,4 % de su población, la incidencia positiva de la vacunación empieza a reflejarse en las cifras de infectados y fallecidos por la COVID-19.

Por ejemplo, en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General Guasmo Sur, de Guayaquil, en los últimos tres meses hubo 182 pacientes. De ellos, 15 eran vacunados con una dosis, 2 con dos dosis; y 165 eran no vacunados. Es decir, los que no habían recibido ninguna vacuna constituían el 90 % de quienes se enfermaron gravemente.

Así lo refirió el jefe de esa unidad, José Vergara Centeno, el domingo pasado en una entrevista en TC Televisión. Allí también indicó que del grupo de 17 habían fallecido dos; y del grupo de 165, el 57%. Esto es, 94 personas.

Según Vergara, quien a inicios de la pandemia atendió en el Hospital General Guasmo Sur al caso cero de Ecuador, la vacunación también ha bajado la edad promedio de los pacientes graves a entre 51 y 54 años de edad.

En 2020 y hasta los primeros meses de 2021, las víctimas principales de la enfermedad eran los adultos mayores, es decir, de 65 años en adelante. Pero ahora este grupo etario, que ha tenido prioridad en el programa de vacunación del gobierno anterior y del actual, es el que tiene un mayor porcentaje de inmunizados. Por tanto, es el que está más protegido.

Según el analista de datos Carlos Oporto, quien comparte información estadística sobre la pandemia y el proceso de vacunación, al 31 de julio de 2021 estaba vacunado totalmente el 73,40 % de este grupo; y con una sola dosis otro 14,31%. Lo que dejaba un 15 % aún pendiente.

En un conversatorio con medios de la semana pasada, la ministra de Salud, Ximena Garzón, también había estimado en un 85 % la población mayor de 65 años vacunada totalmente y atribuyó la cantidad faltante a “problemas de cobertura” por dificultades de acceso a ciertas zonas geográficas.

Salud ofreció el lunes precisar a EXPRESO cuál es la tasa actual de vacunados, sobre todo de adultos mayores, hospitalizados y en UCI por COVID-19. También la cifra en números absolutos del 15% que falta por vacunarse. Pero hasta el cierre de esta edición no había facilitado la información.

No obstante, la entidad ha indicado que prevé fortalecer la vacunación en sectores alejados de Sucumbíos, Esmeraldas y Carchi, “para llegar a cerca de 150 mil personas, que son parte de los 18 cantones que registran cobertura pendiente”.

En todo caso, lo que empieza a ocurrir en Ecuador ya es evidente en otros países con procesos de vacunación más adelantados. En España, por ejemplo, según una reseña del diario El País, a principios de mayo los mayores de 80 años suponían un 35 % de la mortalidad, cuando en enero constituían el 70 %.

“La foto ha cambiado radicalmente desde principios de año: en enero se llegaron a superar los 500 decesos diarios. Al comienzo de mayo, estaban empezando a bajar a menos de 50. Y la tendencia es claramente descendente”, dice la nota que, citando a expertos, ve en ello “el fruto de la vacunación”.

“Tanto el número de muertes en términos absolutos como su redistribución se corresponden de forma calcada con el avance por grupos de edad de los pinchazos”, sostiene.

La doctora y epidemióloga Andrea Gómez Ayora coincide en que, en el caso de hospitalización, se ha visto una disminución del promedio de edad y en que eso podría ser un efecto de la vacunación. Sin embargo, aclara que aún falta evidencia que lo confirme.

“La vacunación con las dosis completas más las medidas de bioseguridad ayudarán a evitar nuevos casos”, reitera Gómez.