La utopia degradada

Este octubre, según el calendario juliano, se cumple una centuria de la realización de las dos revoluciones que sacaron del poder al zarismo -se acabó con la dinastía de los Romanov, encabezada por Nicolás II- y, posteriormente, se apoderaron de él los bolcheviques, dirigidos por Vladimir Ilich Ulianov, Lenin. Con ello el bolchevismo le dio otro giro a la historia y marcó de manera especial el siglo XX. Lo que John Reed en su célebre libro intituló Los 10 días que conmovieron al mundo. Un siglo después, este hecho histórico, con una elevada connotación ideológica, más allá de la Guerra Fría, continúa levantando simpatías y oposiciones por lo que intentaremos evadir este debate y, desde una perspectiva histórica, presentar los diferentes hechos que marcaron el ascenso y caída de la URSS. Señalando que desde Nicolás II a Putin sobresale la Santa Rusia por su autocracia, nacionalismo y ortodoxia, pero también por el mesianismo y su predestinación para salvar el mundo, como lo señalaba el profesor Michel Schooyans, en la cátedra de Ideología y Desarrollo, de la Universidad de Lovaina.

En la mañana del 25 de octubre, Lenin comunicó el anuncio de la destitución del gobierno de Kerensky y que el poder del Estado había pasado al Sóviet de Petrogrado, “al proletariado y a los campesinos”. El 7 de diciembre se creó la Checa, la nueva policía política de este gobierno; y, el 6 de enero de 1918 los bolcheviques disolvieron la Asamblea Constituyente recién convocada y se inició la guerra civil. “Sobre el terror y la violencia que prevalecieron en Rusia durante la revolución y la guerra civil se levantó el posterior régimen estalinista. [...] que causaron 10 millones de muertos entre 1917 y 1922”. Así se montó y trastocó una utopía, que se degradó a lo largo de 74 años hasta que Mijail Gorbachov, en 1991, anunció la disolución de la URSS. La escuálida herencia soviética fue el “socialismo real”; aunque no podemos dejar de reconocer su influencia en los trabajadores de occidente que impulsaron poderosos sindicatos y fuertes partidos laboristas y socialdemócratas que arrancaron grandes conquistas sociales y económicas.