3. Navidad. Disfrazados de papanoeles para un acto, en aquella ocasión “comunitario”.

La UPC que ‘baila’ cumbia

Sus vecinos, como un sargento a golpe de corneta, lo despiertan a eso de las 08:00. Pero en lugar de un toque de diana, uno de ellos abre las puertas de su carro color plomo y levanta el ánimo de la tropa poniendo cumbia a todo volumen. “Parece un tala

Da igual que se le peguen las sábanas. Sus vecinos, como un sargento a golpe de corneta, lo despiertan a eso de las 08:00. Pero en lugar de un toque de diana, uno de ellos abre las puertas de su carro color plomo y levanta el ánimo de la tropa poniendo cumbia a todo volumen. “Parece un taladro”, comenta el morador.

El problema es que enfrente de él no vive ningún fiestero. El inmueble es la UPC situada en la décima etapa de la Alborada. Y sus inquilinos, los agentes que velan por la seguridad del sector. El auto, que según él pertenece “a un uniformado”, se encuentra en el garaje de la estación, al lado de dos patrulleros.

Así se evidencia en un vídeo que muestra a EXPRESO. Lo grabó mientras intentaba controlarse para no soltar una irreverencia por la ventana. Porque desde hace año y medio, los recitales ‘sinfónicos’, no coreográficos eso sí, se repiten “bastante a menudo”, ocasionalmente incluso de madrugada. “Recuerdo que una noche -presuntamente- organizaron una fiesta”, resalta otro residente.

Cuando construyeron la UPC, los habitantes estaban encantados. De hecho, “ya nadie roba en las casas”. Pero la convivencia se deterioró un poco a raíz de que algunos policías comenzaran a parquear “en los accesos” de sus hogares. Luego llegaron las melodías más sabrosonas y los llamados a través de los megáfonos, a veces acompañados de ‘bromas’.

Sin embargo, los vecinos tienen “miedo” a actuar por los cauces legales y piden que se les preserve el anonimato. “¿Cómo vamos a denunciarlos? ¿Y si luego nos hacen algo?”, cuestionan tres de ellos preocupados.

Todos ensalzan la labor que las fuerzas de seguridad llevan a cabo en el barrio, pero demandan la mediación de alguna autoridad. Su único anhelo es disfrutar nuevamente de plácidos y silenciosos amaneceres.

“Tomaremos correctivos”

El coronel Maciel Ochoa, jefe de la Policía Nacional en el distrito Modelo, comprende la inquietud de los vecinos. En declaraciones a EXPRESO, anuncia que adoptará las medidas necesarias para subsanar el problema.

“Tomaremos los correctivos del caso. Estoy más que seguro. Es sumamente importante hacer unas recomendaciones a nuestro personal para que no incurra en estas molestias a la comunidad”, destaca.

Además, garantiza que “no habrá represalias” contra quienes han dado el paso de expresar su malestar públicamente. Incluso se muestra “agradecido” por notificarle los “errores” que, en ocasiones, pueden cometer algunos uniformados: “Es bueno para rectificar inmediatamente. La armonía entre la Policía Nacional y la comunidad es la que nos lleva a un solo fin: la tranquilidad de esta. Vamos a buscar que esto sea un motivo de acercamiento, no de distanciamiento”.