
La Unidad: Ahora que
En La Unidad fundada simbólicamente hace año y medio, alrededor de un plato de fanesca en Guayaquil, por Mauricio Rodas (SUMA), Paúl Carrasco (Podemos) y Jaime Nebot (PSC), solo este último queda en pie.
Una coalición urgida de nuevos rumbos. En La Unidad fundada simbólicamente hace año y medio, alrededor de un plato de fanesca en Guayaquil, por Mauricio Rodas (SUMA), Paúl Carrasco (Podemos) y Jaime Nebot (PSC), solo este último queda en pie.
Los otros dos no están fuera. Tampoco dentro. Terminaron en un limbo político. SUMA, tras la nominación de Cynthia Viteri; Podemos, tras la oficialización de la misma. Dos de las cinco caras visibles dejan un acento de vacío en una mesa de La Unidad, donde las bajas ponen en riesgo el espíritu de su nombre.
Los pendientes de la coalición están encabezados por estos casos. Los líderes necesitan saber si, como es de esperar, Rodas cerrará el pacto con Guillermo Lasso (CREO) y si Paúl Carrasco se mantiene al margen del proceso electoral, dejando a La Unidad con un vacío en la cuarta provincia más poblada del país, una bastión tradicional del correísmo donde también Lasso busca acuerdos. La baja, eso sí, sería tácita. “Lo que pasa es que es muy difícil salirse de La Unidad”, reflexiona uno de sus voceros. Y tiene lógica: hacerlo no solo significa la admisión de haber perdido el tiempo, de no tener capacidad de negociación; sino que además valida una tesis oficial que ellos niegan, el interés meramente electoral.
No es un tema que pueda tardar. “Hemos cerrado un capítulo. No ha sido fácil. Pero hoy empezamos uno nuevo”, apuntaba el jueves a EXPRESO Ramiro González (Avanza) durante la proclamación de Viteri como candidata.
Es ella, finalmente, la bandera de ese nuevo capítulo. Luego de tres meses de discusión, con una candidata que respaldan todos los que quedan (tres partidos nacionales y un puñado de provinciales); La Unidad abraza la campaña: “ahora sí vamos a prender motores”, dicen.
Está previsto que la coalición sirva de plataforma para movilizar a Viteri más allá de las trincheras socialcristianas. La fuerza de Avanza en la Sierra central y norte; la presencia plena de Marcelino Chumpi (Pachakutik) en el Oriente; y los actores políticos destacados de Tulcán, Cañar, Bolívar y Esmeraldas, le garantizan el paso previo a la siguiente fase: “lo que sigue es la masificación del mensaje de la candidata”, asegura Henry Cucalón, alto representante socialcristiano. Para muestra un botón: el miércoles, Viteri participará de un evento con mujeres que promete ser el regreso de la agonizante política de tarima y masas.
Será la propia Viteri la encargada de resolver el siguiente pendiente, su binomio. Con el economista Mauricio Pozo, exministro de finanzas en el Gobierno de Lucio Gutiérrez, como única opción citada por el círculo cercano a la socialcristiana, La Unidad deberá decidir si aprueba o veta la ficha presentada por Viteri. Una aprobación que luce probable si, como es de esperarse, Carrasco está fuera de la mesa, pues había advertido a este Diario que vetaría a cualquier vicepresidenciable “por fuera de La Unidad” y particularmente a Pozo.
Y aunque algunos lo den por zanjado, el debate interno por el primer puesto en la lista nacional de asambleístas, pugnado por González y César Montúfar (Concertación) apunta a resolverse en una nueva tanda de negociación y con encuestas de por medio. Aunque, en el cálculo interno, será difícil que González no sea ratificado.
Lo que sigue en La Unidad, sea cual sea el fin de las nuevas discusiones, es patear hacia adelante: “ya no tenemos vuelta atrás: tenemos una candidata y todos la ratificamos en público”, dice uno de sus negociadores. Ahora solo resta la campaña.
LAS PRIORIDADES
1. Los líderes
Urge a La Unidad definir si Mauricio Rodas y Paúl Carrasco se mantienen dentro de la coalición y bajo qué condiciones.
2. La candidata
Iniciará la siguiente semana la difusión de su propuesta, se acenturán los recorridos por provincias y se deberá decidir su compañero de fórmula.
3. La asamblea
El primer puesto de la nacional sigue en valoración. Así como los acuerdos provinciales en las circunscripciones compartidas.