Situación. En el último partido por Copa Libertadores contra Gremio en Brasil, Ariel Nahuelpán recibió la tarjeta roja al término del juego.

La ultima mision del 2017: Copa Libertadores

El colchón de confianza existió por la ilusión de otra final en Libertadores, pero con la eliminación, el Ídolo tocó una realidad: la posibilidad de quedarse fuera del certamen continental en la próxima temporada.

Barcelona ha tenido un contraste marcado en la temporada. Mientras que en las pantallas televisivas a nivel mundial demostró en esta edición de la Copa Libertadores toda esa jerarquía que lo caracterizó en sus mejores años, una velocidad y capacidad de contragolpear impecables que lo llevó hasta semifinales del certamen, en el campeonato nacional el romance con la caprichosa no andaba tan bien.

El colchón de confianza existió por la ilusión de otra final en Libertadores, pero con la eliminación, el Ídolo tocó una realidad: la posibilidad de quedarse fuera del certamen continental en la próxima temporada, ausencia que significa una pérdida más que deportiva.

“Para nosotros es primordial clasificar a copa, nos aferramos hasta el final, no solo por lo económico también por lo deportivo. No nos olvidemos que una de nuestras luchas es recuperar el prestigio internacional de Barcelona y un equipo grande no puede esperar menos que participar activamente en libertadores”, explicó a EXPRESO el presidente de la Comisión de fútbol del club, Aquiles Álvarez.

Y es que no es una revelación que la dirigencia de José Francisco Cevallos tuvo que asumir el gasto excesivo de anteriores dirigencias (con un déficit que se acercaba a los $ 40 millones), y cada escalón (estar en Copa), es trascendental para desatar ese nudo financiero.

“Nos dejaron un déficit de más de $ 32 millones, de los cuales ya hemos podido pagar $ 9. Queremos tratar de dejar saneada la institución antes de que culmine nuestro mandato, pero ir a Copa también nos ayuda financieramente”, dijo el presidente del club, José Francisco Cevallos.

Una vez culminado el exitoso 2016 para los toreros, en la primera asamblea de socios del club al año siguiente, el club tuvo un superávit de casi $ 4 millones. Sin duda la gestión y alianzas con otras empresas superó las expectativas de la institución, que alcanzó un total de $ 21,7 millones entre taquilla y publicidad.

Valor que para este año debería incrementar por lo hecho en Copa Libertadores. Porque no solo es un aporte económico lo que da la Conmebol a los clubes destacados, sino el respaldo de su hinchada.

Cada instancia en Copa Libertadores representó un incremento a Barcelona en sus arcas. En toda la competencia el Ídolo sumó $ 4,75 millones, que han ayudado a pagar deudas importantes del club.

En el certamen internacional, el hincha tuvo un papel notable. En la primera fase, el club embolsó $ 652.127 por sus tres cotejos de local. En octavos de final, contra Palmeiras, ingresó $ 187.062. Para el duelo siguiente con Santos superó el medio millón de dólares: $ 601.112,50. En semis, contra Gremio, superó todas las anteriores: $ 941.940.

La suma total que entró al banco amarillo, solo por taquilla, alcanzó los $ 2’382.241 (el campeón de Copa Sudamericana gana $ 2 millones). Una cifra que no puede dejar ir en 2018 la dirigencia torera.