Alocución. El virtual candidato Donald Trump dirigiéndose a simpatizantes en un hangar en el Rider Jet Center, ayer en Hagerstown, Maryland.

Trump, la unica opcion

El multimillonario populista Donald Trump ha capitalizado su manejo de medios y el sentimiento antiélite que recorre Estados Unidos para convertirse en el primer ‘novato’ político en ganar la nominación republicana tras Dwight Einsenhower en 1952.

El multimillonario populista Donald Trump ha capitalizado su manejo de medios y el sentimiento antiélite que recorre Estados Unidos para convertirse en el primer ‘novato’ político en ganar la nominación republicana tras Dwight Einsenhower en 1952.

La victoria del magnate en las primarias de Indiana allanó el camino para su nominación como candidato presidencial republicano para las elecciones del 8 de noviembre próximo.

James Thurber, director del Centro de Estudios Presidenciales y Parlamentarios de la American University, al analizar el triunfo de Trump dice que el grueso del apoyo viene de estadounidenses blancos, sin estudios, que se sienten ciudadanos de segunda.

Su popularidad trasciende las etiquetas ideológicas. Es que a la vez es conservador y moderado. El enamorado del capitalismo denuncia el libre mercado, tiene una posición dura sobre el derecho a portar armas y también plantea garantizar a los estadounidenses una protección social.

“La xenofobia, que estaba dormida en el seno de la derecha estadounidense, explica también su éxito”, según John Kudak, investigador del Instituto Brookings en Washington.

Los mítines de Trump han sido escenario de violentos altercados entre sus simpatizantes blancos y manifestantes afro o de origen hispano. En cada caso, el candidato aprobó tácitamente las escaramuzas.

La otra victoria de Trump es su absoluto dominio mediático. Casi cada día concede una entrevista en TV. Con esa mezcla de espectáculo y polémica, perfiló su campaña hacia los medios, tanto al insultar a un héroe de guerra como John McCain como al proponer cerrar las fronteras a los musulmanes. Su promesa de construir un muro en la frontera con México es un lema muy simple y formateado.

Diez meses de campaña le bastaron para pasar de ser payaso a candidato presidencial. Cuando lanzó su aspiración, en junio de 2015, dos tercios de los republicanos juraban que nunca votarían por él.

El miércoles en universidades del estado como la de Indiana, ubicada a casi dos horas de la capital Indianápolis, hubo análisis y evaluación de resultados. En ese centro de estudios Marjorie Hershey, del Departamento de Ciencia Política de la universidad localizada en Blomington, explicó la dinámica de la convención republicana, que se realizará en julio.

En dicha universidad, estudiantes republicanos que asistieron a la charla, junto con 24 periodistas de cinco continentes invitados por el Foreing Press Center del Departamento de Estado, se mostraron desconcertados.

Steven, por ejemplo, dijo que su alternativa era el senador Ted Cruz, quien se retiró el miércoles de la campaña. Unos seis universitarios compartieron su incertidumbre.

Al retiro de Cruz se sumó ayer la salida del último de los aspirantes, John Kasich, dejándolo sin rivales.

Trump hizo ayer un llamado a la unidad del fracturado partido con vistas al muy probable enfrentamiento en las urnas con la demócrata Hillary Clinton. “Ahora vamos a unir este partido. Buscaremos votos juntos”, dijo el magnate de 69 años. “Creo que venceremos a Hillary ”, afirmó. “Bernie Sanders dijo que ella tenía un juicio pobre. Y lo tiene”, atacó.