Trump toma el mando

Trump toma el mando

Donald Trump dio el tono a su presidencia con el mismo discurso apocalíptico y antisistema que en menos de dos años le ha llevado de ser un estrafalario constructor y showman televisivo a convertirse en el 45º presidente de Estados Unidos.

El populismo más agresivo y el nacionalismo más desacomplejado se instalaron ayer en la Casa Blanca. Donald Trump dio el tono a su presidencia con el mismo discurso apocalíptico y antisistema que en menos de dos años le ha llevado de ser un estrafalario constructor y showman televisivo a convertirse en el 45º presidente de Estados Unidos.

En la ceremonia inaugural, el republicano Trump arremetió contra las élites de Washington, se postuló como representante de los perdedores de la globalización y prometió colocar el eslogan América primero en el centro de sus políticas. Trump es Trump, y no cambiará como presidente.

Trump no habló en términos de izquierda y derecha, y eludió las propuestas más ideológicas, como la construcción del muro o la revocación de la reforma sanitaria del presidente Barack Obama. Articuló, con su lenguaje de frases breves y eslóganes memorables, una visión que oponía el pueblo contra las élites, y la nación contra el extranjero.

“Los olvidados y olvidadas de nuestros país dejarán de estar olvidados”, dijo el republicano Trump, en un discurso de 15 minutos; y rodeado de los máximos representantes del poder en Washington, entre ellos el expresidente Obama, ante un público escaso comparado con otras ocasiones.

Previo a la ceremonia de investidura, el presidente saliente, Barack Obama, lo recibió en la Casa Blanca, donde compartieron un té. Luego las parejas presidenciales acudieron juntas hasta el Capitolio, para la ceremonia de investidura.

En las escalinatas del Congreso, Trump prestó juramento sobre dos biblias sostenidas por Melania, exactamente a las 12:00 (17:00 GMT); en tanto, Obama y tres expresidentes, Jimmy Carter, Bill Clinton y George W. Bush, le observaron atentamente, así como su rival demócrata, Hillary Clinton.

Terminada la ceremonia, el presidente de EE. UU. dejó el Capitolio e inició el protocolar desfile hasta la Casa Blanca, en un trayecto en el que fue acompañado por miles de personas.

Trump descendió brevemente de la limusina blindada para caminar un tramo del desfile y saludar a la multitud. Ya como presidente en funciones estampó su firma en la exención legislativa aprobada por el Senado a la ley que prohíbe que un militar retirado hace menos de siete años, como es el caso de James Mattis nominado para liderar el Departamento de Defensa, pueda asumir la jefatura civil del Pentágono.

Asimismo, firmó otros documentos relativos a sus nombramientos para su equipo presidencial, y el decreto por el que ha hecho oficial que el día de hoy sea el Día Nacional del Patriotismo en Estados Unidos.