Trump va por su reeleccion

Tan imbuido del áureo resplandor de su mandato se halla el presidente estadounidense Donald Trump, que antes de lanzar su campaña a la reelección ha prometido deportaciones masivas de migrantes ilegales que debían comenzar en estos días, acción prepotente y bárbara que es posible considere que tendrá el respaldo de los votantes y que se direccionará contra la migración proveniente de los empobrecidos países al sur de la frontera mexicana. Pero la dureza de Trump al ejercer el poder no se circunscribe a su racista y cicatera política migratoria, sino que muestra sobre todo en el ámbito político económico de las relaciones exteriores, cómo retirarse del acuerdo climático universal para reducir emisiones de carbono, y del acuerdo multilateral de países occidentales con Irán para el control de su energía nuclear; sobre todo el hecho de, unilateralmente, imponer sanciones económicas a países que tiene en la mira simplemente por tener otra base ideológica, como son los países socialistas, así se trate de otras potencias como Rusia o China, sanciones económicas consistentes en imponer aumentos en pago de aranceles para la exportación de sus productor a EE. UU. o la prohibición de emitir visas para altos funcionario, y a veces a sus familiares, como en los casos de Cuba y Venezuela, sanciones de tal magnitud que las impuestas a China han llevado a una “guerra comercial” que está afectando a todo el mundo, o a la “guerra económica” como califica el presidente Maduro a la declarada por Trump contra Venezuela, para asfixiarla, al congelarle en los bancos millones de dólares que debe pagarle por compra de petróleo, en ejercicio de un acto de colosal abuso, porque decide ‘per se’ que Maduro no es gobernante legítimo de ese país, constituyéndose Trump en uno de los principales causantes de los problemas económicos que afrontan el gobierno y pueblo venezolano para proveerse de alimentos y medicinas, si no tuvo que ver también con el ataque cibernético al sistema eléctrico venezolano, como asevera Maduro, pruebas duras que el gobierno bolivariano ha enfrentado con paciencia y determinación. Muchas cosas van a decir las próximas elecciones presidenciales en todos los países de América, en especial en EE. UU., ahora bajo la égida de Trump.