Trump celebro el poderio y la unidad de Estados Unidos en polemico 4 de julio
El presidente Donald Trump celebró el jueves el poderío de Estados Unidos, con elogios a los militares y a los “héroes” que lo forjaron, y llamados a la unidad, en un inusual acto por el Día de la Independencia, una festividad tradicionalmente apolítica.
“Nuestra nación es hoy más fuerte que nunca”, exclamó ante decenas de miles de personas congregadas en el corazón de Washington, en un discurso marcado por la fanfarria militar.
Trump, que ya lanzó su campaña para la reelección en 2020, organizó un 4 de julio muy diferente este año, con exhibición de fuerza militar y palabras desde el Monumento a Lincoln, dedicado al presidente que defendió la unidad del país durante la guerra civil y desde cuyas mismas escalinatas Martin Luther King pronunció en 1963 su célebre discurso “Yo tengo un sueño”.
“Al reunirnos esta noche en la alegría de la libertad, recordamos que todos compartimos una herencia verdaderamente extraordinaria. Juntos somos parte de una de las mejores historias jamás contadas: la historia de Estados Unidos”, dijo Trump, acompañado por su esposa Melania en una ceremonia de una hora que la lluvia no logró aguar.
Como siempre, el 243 aniversario de la independencia de Estados Unidos de la Corona británica tuvo su desfile en la Avenida Constitución y su concierto “A Capitol Fourth” en los jardines del Capitolio, sede del Congreso, antes de los consabidos juegos pirotécnicos al anochecer.
Pero la fiesta, en la que los presidentes tenían hasta ahora un bajo perfil, contó con el ‘Saludo a Estados Unidos’ del mediático Trump, el magnate inmobiliario que llegó a la Casa Blanca tras hacerse famoso como dueño de concursos de belleza y productor y presentador de televisión.
Entre gritos de “¡USA, USA, USA!”, el mandatario cantó loas a los logros del país, desde sus victorias bélicas hasta sus inventos científicos, tecnológicos e industriales y avances en derechos civiles.
“Para los estadounidenses, nada es imposible”, aseguró en una ceremonia plagada de patriotismo, que comenzó con la aparición del imponente Boeing 747, utilizado como avión presidencial Air Force One, y se cerró con distintos aviones de combate, entre ellos el raro bombardero B2.
“Volveremos a la Luna en breve y un día plantaremos la bandera estadounidense en Marte”, prometió.