Decepción. Los futbolistas de la selección dejaron la Copa América entre críticas, una mala presentación y una supuesta fiesta.

La Tri: reino de todo, menos futbol

La selección mayor de Ecuador ha sido el fiel reflejo, desde 2014, de la crisis que acusa el actual presidente de la FEF, Francisco Egas.

El calvario de la Tricolor empezó en Brasil y un anhelo general es que todo termine allí. La selección mayor de Ecuador ha sido un cúmulo de decepciones en este último lustro, que van desde exigencias reprochables por defender la camiseta, actos de indisciplina, decisiones irresponsables, contradicciones, hasta actos ilícitos dentro del máximo organismo futbolístico del país.

A raíz de la Copa del Mundo en 2014, la Tricolor empezó a destacarse en las planas de los diarios por sus inconvenientes, más que por sus buenas presentaciones o resultados. Después de las contundentes declaraciones del presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), Francisco Egas, Brasil vuelve a ser un termómetro para Ecuador. ¿Será el final de estos años nefastos y el inicio de un nuevo amanecer? O solamente será otro capítulo para guardar en el edificio de desaciertos que se ha construido.

La famosa pelea por la división de premios, Chiriboga y el Fifa Gate, la aparición de viejos trabajadores (Vinicio Luna) en delegaciones de viajes, los patacones, las fiestas, el audio filtrado, la contratación del nuevo DT, quedar fuera de Rusia 2018 y otros casos que nos han llevado al piso 17 de este desahuciado condominio.

Egas no esconde el malestar del que adolece el balompié ecuatoriano y esta selección: “La Federación Ecuatoriana de Fútbol es un enfermo de gravedad. El problema tiene mucho más que ver con la estructura y la cultura organizacional. Recibimos la FEF en un estado de descomposición general”, dijo.

En medio de estos últimos cinco años, quizás hay dos hechos que hicieron ilusionar a la parcialidad ecuatoriana: ganarle a Argentina por primera vez en su casa y sumar cuatro victorias al hilo en una eliminatoria. Fue un arranque perfecto, tan surreal que para nosotros se transformó en pesadilla.

Pero esto se ha visto opacado. Se acusa al técnico y a los jugadores, pero la dirigencia tiene la obligación de ajustar las tuercas para reformar este deporte.

“Se tiene que hacer un esfuerzo y volver a instalarles el chip a los jugadores del amor a la camiseta. Tiene que llegar alguien que ponga freno a las situaciones que nos han perjudicado. No estamos conscientes de todo el material humano que podemos desperdiciar si no se acomoda esta realidad”, argumentó Eduardo Hurtado, exjugador de la selección ecuatoriana.

Una vez eliminados de Brasil, de fútbol es de lo que menos se ha hablado. El nuevo caso del piso 17 vuelve a dejar a los seleccionados en el lado de la desconfianza. Entre las declaraciones de Egas y los rumores, levantar esta selección será una misión titánica. SDP

Los expertos de expreso

Cambio de mentalidad

Eduardo Hurtado, exdelantero de la selección

En mi época éramos pocos jugadores en el extranjero: Alex Aguinaga, Agustín Delgado, yo... Ahora hay un grupo con más experiencia en el extranjero. De 25, al menos 20 están afuera. Ecuador se ganó un puesto a nivel internacional. Bolillo dijo que esto (el mal momento) viene de la era Quinteros, pero él era el encargado de cambiar esa situación.

Unidad desde la cabeza

José Aguirre, exdefensa de la Tricolor

Todo tiene que funcionar en armonía. Desde la cabeza (dirigentes), tienen que tener claros los objetivos que se pretenden alcanzar para que el resto (cuerpo técnico y jugadores) pueda funcionar como un relojito. Los dirigente deberían enfocarse en administrar y no creerse más importante que los jugadores al querer ser los protagonistas.

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