El trasplante facial más perfecto

El trasplante facial mas perfecto

La Ciencia ha mostrado el trasplante de cara más avanzado del mundo.

Evidencia un antes y un después en lo que respecta a la cirugía reconstructiva. Desde el punto de vista tecnológico, se trata del trasplante más avanzado del mundo. Empleó impresoras tridimensionales, escáneres y las técnicas de imagen para el diagnóstico más preciso, hasta el día de hoy y, en tiempo real. Se necesitó el trasplante y reconstrucción de los huesos maxilares y mandibulares, incluidos los 32 dientes y las encías; el paladar, el suelo de la boca, los párpados inferiores, las mejillas y la nariz. La lengua y los párpados superiores son los del paciente, pero también se reconstruyeron.

El paciente es Cameron Underwood, tiene 26 años, vive en California (Estados Unidos) y una fuerte depresión lo llevó a intentar quitarse la vida disparándose en la cabeza en 2016. Falló en su propósito, quedó vivo con el rostro completamente deforme y mucho más deprimido al ser consciente del estado en el que quedó.

Perdió la mayor parte de la mandíbula inferior, la nariz y todos los dientes, menos uno. También sufrió daños en la parte superior de la cara y en el paladar que lo obligaban a llevar una dieta líquida. No había cirujano que acepte el reto.

Tras meses de dolores y operaciones de todo tipo, todo parecía indicar que la cirugía reconstructiva tradicional no podía hacer mucho. Así que atravesar 4.500 kilómetros en busca de un trasplante era la última esperanza.

Así llegó Underwood con el cirujano Eduardo Rodríguez, de la Universidad de New York Langone Health, en Manhattan, quien ya había llevado a cabo un trasplante facial en 2012. Este experto junto a más de 100 facultativos y 25 largas horas de intervención hicieron el milagro.

Usando una computadora con un software 3D y una máscara impresa en 3D de la cara del donante, Rodríguez logró cambiar por completo el estado del joven. Esto quedó demostrado 10 meses después, luego de que ambos dieran una conferencia de prensa para contar los pormenores.

William Fisher fue el donante. Era un joven de 23 años que estudiaba en la Universidad Johns Hopkins y aspiraba a ser cineasta. Murió a finales del 2017 tras combatir una enfermedad mental.

Desde febrero, Underwood ha estado en rehabilitación (que incluía logopedia y ortodoncias) y, aunque permanecerá con medicación contra el rechazo de por vida, acaba de recibir esta semana el alta completa. El resultado de la operación es impresionante... Un pequeño milagro de la ciencia que además se llevó consigo la depresión del paciente.