Andrés Roche, gerente de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).

El transito de la ATM tiene avances y pares

La Autoridad de Tránsito Municipal cumple un año a cargo de las vías porteñas.

La Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) cumplirá mañana un año de asumir el control de la movilidad en Guayaquil. Es poco tiempo si se toma en cuenta los 67 años que estuvo a cargo la ahora Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE). Sin embargo, los ciudadanos insisten en resultados inmediatos.

Entre las principales exigencias de los guayaquileños está lo de una mejor tecnificación de la semaforización. También en una revisión minuciosa de la transportación pública.

La ATM debe lidiar con al menos 350.000 vehículos que circulan en los cerca de 5.000 kilómetros de vías con que cuenta la ciudad.

Una tarea nada fácil para la entidad, si se toma en consideración que la carga vehicular crece cerca de un 10 % cada año, siendo la principal causa del congestionamiento, especialmente en las horas pico.

Hubo voces para que se aplique el pico y placa, como acontece en la capital, pero aquello fue descartado por el Municipio. Hay esperanzas de que se puede hacer más, antes de llegar a esos extremos.

Uno de los últimos planes que ejecutará la ATM para evitar los embotellamientos en el casco comercial es determinar puntos de estacionamientos para taxis.

El control del tránsito durante las 24 horas está en manos de 593 agentes civiles, 13 inspectores y 7 supervisores, quienes están distribuidos en tres delegaciones.

Las 800 cámaras de la Corporación de Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG) aportarán para la aplicación de ‘fotomultas’.

Es un año. Pero la ciudadanía espera más resultados.

Semaforización

Los ciudadanos se quejan por los problemas que ocasiona la falta de sincronización de semáforos en ciertos sectores. Está en espera la modernización del sistema.

Informalidad

El gremio de taxistas insiste a la ATM que extienda los operativos en contra de los informales y que se cumpla con el estudio de factibilidad.

Sin concretarse

A la espera el canchón municipal. Se prevé que en septiembre haya una respuesta del aliado estratégico.

Servicio urbano

El censo inicia mañana. Solo los buses que superen las pruebas circularán y cobrarán la tarifa de 30 centavos.

En la mira

La oferta de la tricimoto quedó establecida mediante un censo, contabilizando 3.400 unidades. Se determinará la real necesidad por zonas.

Propuesta

Se cumplió con la adjudicación de la aerovía, que por aire conectará a Guayaquil con Durán. Se prevé que esté lista en dos años, y con ello aporte en la descongestión de la ciudad.

Soluciones a la movilidad

Reformas geométricas, eliminación de bordillos y reubicación de recorrido de buses, entre las estrategias viales.

Mejoras en la revisión

Con la revisión técnica desaparecieron las columnas y se cumple con una exhaustiva inspección del vehículo.

Menos corrupción

Cuenta con un cuerpo uniformado que, hasta el momento, permite descartar las coimas en las calles.

Inmediato

Se tecnificó el proceso de notificación de multas. El usuario puede apelar.

Está por cumplirse un año desde que asumieron el reto.

Aquí, el principio y nuestro norte es el ciudadano, y juntos construir una buena movilidad. Es un tema de corresponsabilidad, debemos abandonar el concepto de una sociedad policíaca, que debe estar un agente en cada esquina para que el ciudadano adecue una conducta a la ley. Todos debemos colaborar.

Pero la ciudadanía insiste en soluciones inmediatas.

No pretendamos que en un año se solucionen 60 años de problemas del tránsito que ha padecido Guayaquil, que a propósito sería caótico si no es por las obras viales municipales ejecutadas y al sistema Metrovía. Estamos avanzando. Es lo más importante. Con una planificación, siempre pensando en los ciudadanos.

Entonces podemos decir que hay un trabajo planificado.

De manera progresiva hemos ido implementando a pasos agigantados varios proyectos. Un ejemplo es la revisión técnica vehicular. Aquello permitió que eliminemos las largas columnas de vehículos, además es importante recalcar que a los guayaquileños no les costó ni un centavo la moderna implementación.