Casos. En Brasil, Argentina y Bolivia no hay maíz que no se produzca sin semillas genéticamente modificadas.

Transgenicos: bajo la sombra de las dudas

Concepto. Las semillas transgénicas son aquellas a las que se les han incorporado genes de otro organismo para producir las características deseadas.

Fue una decisión presidencial y por eso estará bajo su control total: la investigación sobre organismos genéticamente modificados (transgénicos) tiene vía libre en Ecuador tras el veto del Ejecutivo del primer día del mes que corre, pero el mundo agrícola espera el reglamento para aplicarla.

Con gente a favor y en contra, este discutido proyecto para traer semillas de alto rendimiento y resistentes a insectos y enfermedades empezará a ser realidad. Al menos eso espera la Asociación de Empresas de Semillas (Acuasem) que ve los organismos genéticamente modificados una oportunidad para que Ecuador gane en competitividad al producir más y gastar menos.

Por ejemplo, en Brasil ya trabajan con una semilla de maíz amarillo a la que se le introdujo un gen que la hace resistente al ataque de langostas, lo cual hace que los agricultores ahorren el uso a insecticida. “Estos ayudan a reducir la contaminación del ambiente”, señala brevemente a Diario EXPRESO Adriana Banderas, representante de Ecuasemillas.

Sin embargo, organizaciones sociales e indígenas se muestran claramente en contra de los transgénicos. A su entender estos causan problemas de la salud y dependencia de las multinacionales.

La ley aprobada abre las puertas al cultivo pero no despeja las dudas sobre su futuro: cómo será la investigación y sobre qué productos; si solo se investigarán o se podrán también sembrar. Chile tiene un esquema: produce semillas pero no las cultiva comercialmente en su territorio, las exporta.

Aunque en Ecuador están prohibidas las semillas y los cultivos, sí se importa subproductos de soya y maíz de origen transgénicos para las industrias de alimentos para animales (unos $ 500 millones).