En agosto de este año la policía seguía las huellas de una presunta organización delictiva transnacional supuestamente conformada por ecuatorianos, mexicanos y colombianos. Fuentes habían alertado a los uniformados acerca del hecho.

En el grupo se destacaban cuatro personas conocidas en ese momento con los seudónimos de mi Sub, el Capi, el Gordo y el Negro, entre otros miembros.

Ellos estarían comercializando armas de fuego de grueso calibre y municiones a grupos ilegales de Colombia y a la delincuencia común. Los tres primeros habrían abastecido de las armas a alias el Negro, quien a su vez sería el encargado de venderlas a los grupos irregulares de Colombia.

Su área de acción eran los distritos metropolitanos de Quito y Guayaquil y el cantón San Lorenzo, en Esmeraldas.

La noticia del delito llegó a la Fiscalía en un parte policial el 8 de agosto de 2018 a las 10:00, suscrito por un capitán de la Unidad de Delitos con Armas, Municiones y Explosivos.

Ese día se abrió la investigación previa, se pidieron interceptaciones telefónicas, de mensajes, de videoconferencias, seguimientos y fotos.

Con las autorizaciones judiciales iniciaron las labores de inteligencia. Uno de los primeros rastreados en Quito, según la información fiscal, fue el Gordo, descrito como un hombre con poco cabello, de 50 años, quien fue seguido varios días desde su casa hasta el Ministerio de Defensa en sus desplazamientos en bus y en trole.

En Guayaquil los agentes hicieron lo propio con mi Sub, quien se movilizaba en una moto desde su hogar al fuerte Huancavilca y de ahí a todos los recorridos que efectuó por ser el mensajero de ese reparto.

Las interceptaciones telefónicas a 21 números correspondientes a 18 sospechosos fueron autorizadas por jueces de Pichincha, Esmeraldas, Santo Domingo, Guayas, Loja y El Oro. En dos meses revelaron una telaraña de comunicaciones graficadas por los agentes en los partes entregados a la Fiscalía.

Las labores de inteligencia se intensificaron en octubre. Como resultado de eso, se realizó la formulación de cargos para 13 de 17 sospechosos, siete de ellos militares activos. Todos están detenidos en la cárcel de Latacunga, en Cotopaxi. Cada uno fue identificado con un alias: Sobeida, Plaza, David, Angulo, mi Sub, Pata, Jickson, Julio, Mono, Nazareno, Caice, Bravo, Arroyo o Negro, Gordo, Medina, Bautista y Ayoví. Ellos, según la policía, formarían la estructura de provisión de armamento al grupo de Guacho.

El brazo logístico de abastecimiento habría estado en San Lorenzo y lo lideraba Sobeida en colaboración con los demás sospechosos. Su abogado, Jimmy Solís, lo ha negado.

Según las investigaciones los militares activos, encargados de los rastrillos, proveían de municiones para armas largas y cortas, que movían en vehículos livianos y de transporte público camufladas en víveres hasta llegar a la frontera para su venta. Incluso se alteraban los registros de las bases de datos del Sistema de Inventarios Logísticos del Ejército para justificar el faltante.

Las investigaciones evidenciaron que entre los sospechosos había desconocidos con quienes habrían mantenido reuniones al margen de la ley.

Las claves de la investigación

Explosión

Información del expediente fiscal del atentado al cuartel policial de San Lorenzo. Se detalla quiénes son los sospechosos liderados por alias Guacho.

Versión

De un excolaborador de alias Guacho rendida en Colombia, en la que señala que el armamento se guarda en casas de Mataje (en San Lorenzo, Esmeraldas).

Atentados

Datos de los 10 atentados registrados en Esmeraldas, entre enero y abril de este año, que provocaron la muerte de al menos nueve personas.

Detención

Información de la detención del militar (sp) David Caicedo el 1 de septiembre con 5.032 municiones calibre 5.56 en una terminal de buses.

Captura

Reporte de la captura de cuatro personas en Esmeraldas con 2.500 municiones de 9 mm, ocultas en dos sacos de arroz.

Vídeo

Un vídeo grabado por un medio colombiano sobre las actividades de alias Guacho en Alto Mira, denominado ‘El santuario de alias Guacho’.