Trago amargo

Cuando era más pequeño era muy propenso a infecciones en la garganta. Estas infecciones llegaban con tanta fuerza que me dolía hasta tragar agua. Cuando me levantaba con esa molestia, más que la enfermedad, me preocupaba que tendría que tomar antibiótico en jarabe. Solo el olor de ese antibiótico en jarabe me causaba arcadas; se imaginarán cómo sufría tomándolo. ¿Por qué comparto esto con ustedes? Pues porque creo que el Ecuador empezó al fin a tomar su primer antibiótico después de muchos años de infección.

La semana pasada el presidente Lenín Moreno anunció la eliminación de los subsidios a la gasolina. Se está discutiendo mucho el tema porque es algo que llamaríamos una medida de “shock”, drástica y para muchos de nosotros inesperada. Hoy les quiero decir, que a mi parecer, el presidente Moreno tomó una de las decisiones más valientes que alguien en su posición puede tomar. ¿Por qué? Porque la tomó a pesar de saber que muy probablemente sus niveles de aceptación bajarían aún más. Porque no pensó en las próximas elecciones sino en las próximas generaciones.

Muchas de las críticas a la adopción de esta medida se centran en que no deberíamos pagar nosotros por 10 años de manejo irresponsable de los recursos del Estado, y cuánta razón tienen. No obstante de eso, la realidad es que la deuda es de todos los ecuatorianos, y para poder subsistir como nación debemos enfrentarla y encontrar formas de pagarla. Otros dicen que se debe acortar el tamaño del Estado y, de nuevo, muchísima razón. Pero aquí sí debemos tener en cuenta algo, este Gobierno sí ha dado pasos en ese sentido. Muchos servidores públicos fueron removidos de sus puestos, se vendieron los carros de lujo, se redujeron los ministerios y hace una semana el ministro Martínez dijo que se va a separar a 10.000 personas más.

Por más apasionados que seamos, no caigamos en la tentación de convertir esto en una guerra de clases, una pelea de ricos y pobres. Evitemos decir cosas como: “claro, a ti no te afecta porque...”.