Espectáculo. La pieza teatral recreó costumbres familiares como las posadas y las festividades de fin de año.

La tradicion de fin de ano revive en el teatro

Las posadas y el canto de villancicos marcan el inicio de ‘Las fiestas de fin de año en el Guayaquil del ayer’, un espectáculo teatral y musical que anualmente se presenta en la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas y que anoche engalanó el Teatro José

Las posadas y el canto de villancicos marcan el inicio de ‘Las fiestas de fin de año en el Guayaquil del ayer’, un espectáculo teatral y musical que anualmente se presenta en la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas y que anoche engalanó el Teatro José Martínez Queirolo de la entidad.

La obra, en la que participan cincuenta artistas, entre niños, jóvenes y personas de la tercera edad, consta con cada vez más detalle. Así lo indica su guionista, Katia Murrieta.

“Diciembre siempre ha sido el mes más significativo del año. Sin embargo, en las últimas décadas nuestras tradiciones y costumbres se han ido perdiendo, o aculturizando. Esta obra lo que hace es recrear las festividades de las familias guayaquileñas de antaño y brindar a los jóvenes, sobre todo, un recordatorio de cómo son sus raíces”, dijo.

La presentación, que cuenta con tres partes, inicia con la sección navideña y termina con una muestra de las cábalas de fin de año, la tradicional quema del año viejo y el brindis y baile característico con las celebraciones familiares.

Pero incluso aquí, hay tradiciones que hoy por hoy ya no se mantienen.

“Hoy en día, por año nuevo se destaca más la fiesta con los amigos, las idas a la playa. Las cábalas se han ido perdiendo. Hay algunas, como el salir con la maleta a dar la vuelta a la cuadra, o la de sentarse y pararse en las parejas que quieren casarse, que ya casi no se practican”, añadió Murrieta.

Mientras tanto, en la sala teatral El Altillo mañana se recuperará otra tradición del Guayaquil antiguo, las viudas.

Esta costumbre, cuyo nacimiento data del siglo XX, se lleva a cabo la noche del 31 de diciembre, cuando varios hombres, normalmente en los barrios de la ciudad, se disfrazan de mujeres de exageradas curvas que, vestidas de luto, piden para sepultar a su pobre “viejito”, en este caso el año que está por culminar.

En la sala teatral habrá un concurso dedicado a estos personajes, como lo indicó Angélica Parra, directora del espacio. “Esta es una tradición muy nuestra que se ha ido perdiendo. La idea es incentivar la creatividad y recuperar una costumbre popular”, manifestó.

El concurso contará con un jurado conformado por el historiador Ezio Garay y el dramaturgo Hugo Avilés, quienes calificarán a los participantes por su disfraz, desenvolvimiento escénico, capacidad cómica y uso de sentimiento a la hora de llorar la ‘muerte’ del año viejo.