La Tierra recibe su segunda advertencia y se vuelve tendencia

La Tierra recibe su segunda advertencia y se vuelve tendencia

Expertos plantean como solución vincular la sociedad y su modo de vida con la biodiversidad, y en hacerla partícipe de los modelos de gestión

Hace 25 años, más de 1.700 científicos lanzaron un mensaje a la humanidad advirtiendo de que nuestra forma de vida iba en camino de acabar con el planeta y con nosotros mismos. La carta, firmada por la mayoría de premios Nobel de la época, explicaba que el impacto humano en el mundo natural podría llevar a la miseria y a un planeta “mutilado”.

El pasado noviembre, llegó la segunda notificación. Esta vez firmada por más de 15.000 investigadores de 184 países que insistían en que las amenazas descritas la primera vez son cada vez mayores. “Están empeorando alarmantemente”, aseguraban. Pocos meses después, el artículo ya es uno de los más comentados de Altmetric, la lista que recoge los estudios con mayor impacto entre el público a nivel mundial.

El documento de la Alianza de Científicos del Mundo se encuentra actualmente en el sexto lugar entre más de 9 millones de publicaciones desde que Altmetric comenzara sus registros hace más de seis años. El lugar en el ranking no implica la calidad científica del contenido, sino su capacidad para llegar a más gente, ser compartido y discutido.

Por eso, supone un “termómetro” de las sensibilidades sociales. Con más de 7.100 menciones, el artículo de advertencia es el primero en alcanzar esa posición tan rápido y está ganando terreno. La mayoría de los estudios del ‘top 100’ de la lista están por debajo de las 6.000 menciones.

Además, el segundo aviso ha provocado discursos sobre la investigación en la Knéset, el Parlamento de Israel, y en el de Canadá, mientras el número de firmantes se incrementa: ha recibido más de 4.500 avales adicionales de científicos desde su publicación en noviembre, por lo que actualmente ya tiene el respaldo de 20.000 especialistas.

“La advertencia de nuestros científicos a la humanidad claramente ha tocado la fibra sensible tanto de la comunidad científica mundial como del público”, afirma Thomas Newsome, coautor del informe de la Universidad de Sídney, ayudó a que este se volviera viral generando casi 9.000 tuits.

¿La solución? BioScience publica esta semana, tres cartas que comentan el estudio además de una respuesta de los autores de la advertencia. En ella, destacan dos áreas claves para la acción: una pide al comité del premio Nobel de Economía que dé mayor peso a los límites ambientales y la segunda reclama un aumento de los precios del carbón a nivel mundial.

Mientras que para Nature, la solución estaría en adoptar políticas alternativas que puedan reducir la presión sobre la naturaleza, a la vez que se garanticen las necesidades humanas. Las iniciativas encaminadas a hacer la agricultura más sostenible, a reducir la deforestación y a proteger el medio natural, podrían preservar una gran parte de la biodiversidad restante de la Tierra, al mismo tiempo que las personas obtienen lo que necesitan de ella.

Hasta ahora se veía al hombre como el enemigo de la biodiversidad, y por eso las políticas de conservación se basaban en las restricciones y las barreras. Pero hay otro paradigma, que tiene que ver con vincular la sociedad y su modo de vida con la biodiversidad, y en hacer que la gente participe de los modelos de gestión y en la toma de decisiones. “La meta es que las personas sean conscientes de que la protección de la biodiversidad les afecta directamente”, anota Nature.

Recuerdan que no queda más remedio que actuar. Y pronto, porque por ahora la Tierra es nuestro único hogar.