Antecedente. Una prueba para medir  la identidad. En 2012, los participantes al concurso de méritos y oposición para la elección de 313 jueces se sometieron a pruebas psicológicas. Se desarrolló un proceso de entrevistas en ciudades sedes, como Guayaquil,

Un test avalara justicia

Hasta ayer, 7.582 abogados se mostraban interesados en ocupar una de las 270 plazas de trabajo que oferta el Consejo de la Judicatura (CJ) a través de un nuevo concurso para jueces de primer nivel, a escala nacional.

Hasta ayer, 7.582 abogados se mostraban interesados en ocupar una de las 270 plazas de trabajo que oferta el Consejo de la Judicatura (CJ) a través de un nuevo concurso para jueces de primer nivel, a escala nacional.

Una dignidad que -en los últimos meses- ha estado en el ‘ojo del huracán’ tras dos escándalos públicos que involucraron a un juez de Flagrancias en funciones y una exjueza de Familia, en Guayaquil. Ambos se enfrentan a procesos por el delito de ataque y resistencia, luego de amenazas y agresiones verbales a policías.

Para garantizar “la transparencia y el ingreso meritocrático a la carrera judicial”, la Judicatura puso en marcha un proceso dentro del cual una de las pruebas será determinante en la selección de los jueces: la evaluación psicológica.

Nada nuevo dentro de los concursos que ha realizado el CJ en los últimos años; pero que ahora será excluyente con el test psicológico MMPI-2-RF. Un instrumento de evaluación sobre las características psicopatológicas globales y específicas del individuo, trastornos psicosomáticos, intereses y personalidad psicopatológica, así como de distintos aspectos de sinceridad en las respuestas de los individuos, según informó la Judicatura.

El test es automatizado, confiable y, según las investigaciones realizadas, es una de las pruebas más eficientes, con más de 6.000 casos, 604 criterios externos y 53.886 correlaciones, asegura el CJ.

“Las respuestas del sujeto deben codificarse a través de un software de corrección que permite la obtención de un perfil con las puntuaciones directas y las puntuaciones T, que luego de un análisis por parte del psicólogo clínico experto, determinará si el postulante presenta o no cuadros psicopatológicos”.

Además de fobias, traumas, complejos o cualquier alteración psicológica que impediría cumplir a cabalidad con las funciones inherentes al cargo, explicó la vocal Karina Peralta durante una ponencia en la Cancillería.

La prueba, según detalló la psicóloga Daniela Garzón en la presentación del test, tiene cincuenta escalas de validez, 42 de las cuales son sustitutivas que generan trastornos psicopatológicos y que podrían determinar si una persona puede o no presentar cualquier alteración que le impida cumplir a cabalidad sus funciones.

Pero, “una prueba psicológica que se aplica en ese momento y que los parámetros se establecen en ese preciso momento... no puede predecir el futuro...”, aclara la experta.

Frases que recogen las autoridades de la Judicatura, por futuros comportamientos que escaparían de sus manos.

César Cárdenas, director del Observatorio Ciudadano Opta-Justicia, cree que el CJ se equivoca al dejar en manos de un test la designación de un juez. Esa no es la solución.

“Los reglamentos que han construido siempre hablan de probidad notoria, pero lamentablemente no se han construido los indicadores y ahí está el problema”.

Algo que él considera debe elaborarse con usuarios de la justicia, organizaciones sociales, veedurías y Consejo de Participación Ciudadana. ¿Y qué se observaría? Por ejemplo, si se conoce que un postulante no paga las pensiones alimenticias de sus hijos o es violento con su familia, no puede ser juez; si no es justo con sus allegados difícilmente será justo con los demás, dice Cárdenas.

Para saber

Interés

En la Zona 1, que comprende las provincias de Carchi, Cotopaxi, Esmeraldas, Imbabura, Napo, Pastaza, Pichincha, Sucumbíos, Orellana, Santo Domingo de los Tsáchilas, se han inscrito 2.704 (hasta ayer) abogados para ocupar uno de los 100 puestos a juez multicompetente.

Puntaje

Los postulantes que obtengan una puntuación mayor o igual a 70 puntos en las fases de mérito y oposición, se someterán a la prueba psicológica.

Decisiva

Si el postulante presenta algún cuadro psicopatológico, no superará la prueba psicológica y por ende no podrá ingresar a la Escuela de la Función Judicial.