El terrorismo arremete en las visperas de la Navidad
La muerte del presunto autor del atentado en Berlín, el tunecino Anis Amri, abatido en un tiroteo con la policía la madrugada de ayer en Milán, norte de Italia, puso fin a cuatro días de caza a este hombre en Europa.
La muerte del presunto autor del atentado en Berlín, el tunecino Anis Amri, abatido en un tiroteo con la policía la madrugada de ayer en Milán, norte de Italia, puso fin a cuatro días de caza a este hombre en Europa.
Amri, de 24 años, era el principal sospechoso del ataque del lunes a un mercado navideño de Berlín que causó la muerte de 12 personas e hirió a 50, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
La agencia de propaganda Amaq, ligada al EI, anunció ayer en Beirut que el hombre abatido en Milán fue el autor del atentado de Berlín y divulgó un vídeo en el que jura lealtad al grupo yihadista.
El ministro italiano de Interior, Marco Minniti, confirmó que “sin ninguna sombra de duda” el muerto en el tiroteo era el tunecino Amri, uno de los hombres más buscados en Europa.
La identificación del sospechoso se hizo a través de las huellas dactilares, las mismas encontradas en el camión utilizado para el ataque del lunes al mercado navideño de Berlín.
Según el relato de la policía, Amri “estaba tranquilo”, pero cuando se le pidió vaciar la mochila que cargaba, con un gesto repentino sacó una pistola calibre 22 “ya cargada, lista para su uso, y disparó”, hiriendo a uno de los dos agentes en un hombro. El otro policía, el agente a prueba de 29 años Luca Scattá, disparó contra Amri, que se había refugiado detrás de un auto, hiriéndolo en un costado, balazo que causó su deceso después de 10 minutos.
La muerte del presunto autor del atentado de Berlín es un “alivio” para Alemania, reconoció ayer un portavoz de la diplomacia alemana.
Para la canciller Angela Merkel el peligro “inmediato” fue eludido, aunque la amenaza del terrorismo sigue vigente.
La policía alemana ha sido fuertemente criticada por haber centrado inicialmente su atención en un sospechoso paquistaní, quien fue exonerado.
Mientras Alemania trata de cerrar este execrable hecho terrorista, dos libios armados secuestraron ayer un avión de la compañía Afriqiyah Airwais con 117 personas a bordo e hicieron que aterrizara en la capital de Malta, La Valetta, donde tras horas de negociación acabaron liberando a las personas y entregándose.
El primer ministro maltés, Joseph Muscat, repasó en una rueda de prensa la evolución de esta “crisis”, que comenzó cuando se notificó el desvío de un avión que había partido de la ciudad meridional libia de Sabha con destino a Trípoli, a orillas del Mediterráneo.
La aeronave, un Airbus A320, aterrizó a las 11:34 (locales) en el aeropuerto internacional de La Valetta y en torno a las 15:40 los dos secuestradores se entregaron a las autoridades maltesas, que los esperaban a los pies del avión para esposarlos y posteriormente ponerlos bajo custodia policial.
Aún no está claro el objetivo del secuestro, tal y como apuntan medios como Malta Today, que informa de que los secuestradores eran seguidores del fallecido dictador libio Muamar el Gadafi. Una de las tesis que se barajan es que pretendían reclamar la liberación de Seif al Islam, hijo del dictador y condenado a muerte por su vinculación con la represión que siguió al levantamiento popular armado en 2011, que desembocó en la caída del régimen ‘gadafista’ en octubre de ese mismo año.
Horas después, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) difundió un vídeo que muestra a dos presuntos soldados turcos quemados vivos, unas imágenes sobre las que Turquía ha guardado silencio.
Paralelamente el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos informó que al menos 88 civiles perdieron la vida en las últimas 24 horas en bombardeos turcos contra un bastión del EI.
Seguridad
El Buró Federal de Investigación (FBI) alertó ayer de amenazas del grupo yihadista Estado Islámico (EI) a iglesias y celebraciones navideñas en Estados Unidos durante las vacaciones, según un boletín al que accedió la cadena CNN. Igualmente en Inglaterra e Italia se reforzaron las seguridades.
Concierto
Unas mil personas acudieron ayer en la puerta de Brandeburgo de Berlín a un concierto en homenaje a las víctimas del reciente atentado. “No queremos que nos arrebaten la amistad, la solidaridad y el amor a la vida”, aseguró el organizador, Rainer Wohltat, antes del concierto.