Producción. Una asesoría técnica mejoró la cosecha de este año.

Una temporada agridulce para las ciruelas de Juntas

Las aproximadamente 1.000 hectáreas de plantas que tiene la comuna Juntas del Pacífico, jurisdicción de la parroquia Simón Bolívar, en el área sur de Santa Elena, lucen cargadas de la fruta que están grandes y carnosas, cuya cosecha se inició hace un m

Las aproximadamente 1.000 hectáreas de plantas que tiene la comuna Juntas del Pacífico, jurisdicción de la parroquia Simón Bolívar, en el área sur de Santa Elena, lucen cargadas de la fruta que están grandes y carnosas, cuya cosecha se inició hace un mes, pero por la enorme producción no alcanzó un buen precio.

“Aquí la caja nos pagan entre $ 3 y $ 4. Con ese valor no alcanza para contratar a más trabajadores que ayuden a recoger las ciruelas, por eso la fruta ya de madura se está cayendo de las matas”, dice Néstor Rodríguez, dueño de una plantación. “En otras ocasiones el promedio por caja era de $ 10”.

Junto a la finca de Rodríguez está la de Pompilio Salinas, quien para suplir el costo de la mano de obra pidió a sus familiares que habitan en La Libertad para que viajen hasta Juntas y ayuden con la recolección.

“Hay que tratar de coger lo que se pueda. Cogemos unas 40 cajas por día, el doble del año pasado. En algo suple el bajo costo que pagan los comerciantes”, agrega Salinas.

Los cuatro meses que dura la cosecha de ciruela (septiembre a diciembre) son los meses productivos en Juntas.

Por estos días esperan el arribo de los comercializadores que llegan desde Guayaquil y la Sierra. El sobrante lo utilizan para elaborar los derivados que se comercializan en la denominada Feria de la ciruela, que se efectúa entre el 2 y el 3 de noviembre.

Las jornadas de trabajo de los comuneros se inicia a las 05:00. Las fincas se encuentran a veces a unos 200 metros o a 20 kilómetros del poblado.

Sobre la abundante producción, los comuneros dicen que se debe a una fumigación efectuada en toda el área por los técnicos del Magap.

Una campaña que llegó acompañada con asesoría de los expertos, que les enseñaron a proteger las plantas con plásticos y productos químicos para alejar las plagas.

“Ese trabajo ha sido efectivo y estamos viendo los resultados. Al principio teníamos dudas, ellos (los técnicos) nos aseguraron que la cosecha iba a ser buena. Así fue”, dice Juan Lainez, otro comunero. JL