Una captura de los mensajes enviados muestra cómo existe temor por supersticiones de los pescadores.

Temor en Santa Elena por los peces remo

En el puerto pesquero de Santa Rosa se registró la llegada de una embarcación con tres peces remo. Los pescadores se asustaron al verlos, pues creen que advierten desgracias.

En la tradición de los hombres de mar, los peces remo son sinónimo de tragedia. Advierten, según sus creencias, la llegada de desastres naturales. Por eso, el aparecimiento de tres de estas especies que fueron llevadas por pescadores hasta el puerto de Santa Rosa ha provocado un temor generalizado en Santa Elena.

El miedo que generan es tal, que aunque los regalaban, nadie los quiso para hacerse con ellos una rica comida. “Les decíamos a los dueños que lo lleven a casa y se los coman preparados en cebiches, pero sintieron temor, por eso prefirieron colocarlos con los residuos de peces y traslados a las pampas”, dijo Víctor Julio Cano, uno de los pescadores.

Los animales fueron expuestos por largo rato en el local de la facilidad pesquera, generando diversos comentarios sobre el tema. Luego de eso, los pescadores decidieron enviarlos a las pampas harineras para que se los procese y terminen como balanceados para aves.

Carlos Peñafiel fue quien descubrió a los raros peces al recibir una pesca que trajeron al puerto los tripulantes de la lancha Miguel 2. Al joven pescador, al verlos envueltos entre dorados y albacoras, le llamó mucho la atención que decidió tomarles fotos y postear los retratos en sus redes sociales.

Entre el temor infundado y las explicaciones científicas

La alarma se ha encendido no solo en Santa Rosa, sino en toda la provincia de Santa Elena. “Eran tres los peces remo, aunque no de gran tamaño como el descubierto meses atrás en Manabí; el más grande midió un metro y medio, recibí tantas llamadas y mensajes a mi celular que se me terminó la batería”, aseguró Peñafiel.

Pero no es la primera vez que aparece esta especie en el puerto peninsular, hace una semana se encontró uno de mayor tamaño. “Ese media casi dos metros, pero así mismo fue enviado a las pampas”, relató Carlos.

Al ser dos los casos de manera continua donde aparece la especie, el temor de que algo malo vaya a ocurrir en Santa Rosa mantiene nerviosos a los moradores. “Hay que encomendarnos a Dios para que él nos proteja, existe tanta maldad en la tierra que cualquier momento el Creador nos puede castigar”, manifestó nerviosa Teresa Muñiz e invitó a sus vecinos a acudir a misa.

“El día que algo suceda nadie lo sabe, hasta tsunamis nos han dicho que se vienen, pero felizmente en la península somos bendecidos”, escribió en Facebook la usuaria Gisella Panimboza.

Sin embargo, el pescador Pablo Suárez, quien lleva más de 40 años en el oficio, estima que los comentarios son infundados, pues nadie puede predecir lo que vaya a ocurrir mañana. “Las corrientes marinas están muy fuertes y se forman remolinos que arrastran peces de las profundidades hacia las orillas”, dijo Suárez.

El biólogo Richard Duque, catedrático de la Universidad Estatal de Santa Elena, comparte del criterio de Suárez, al señalar que debido a los cambios climáticos en el mundo, el comportamiento del agua en el mar ahora es diferente y especies como el pez remo, que regularmente se los encuentra en las profundidades, pueden estar sufriendo desorientaciones y en vez de ir hacia su hábitat, salen hacia aguas menos profundas.