Cuando se teme a Dios

El temor a Dios es una actitud de reverencia y respeto hacia Él que es el dueño de nuestras almas. Todos tenemos miedo en algún momento de catástrofes naturales, es una emoción natural, el temor es una emoción artificial que nos hace evitar o huir de situaciones de peligro. El don de temor de Dios es la disposición común que el Espíritu Santo pone en el alma para que se porte con respeto delante de la majestad de Dios.

Por el temor se llega al sublime don de la sabiduría, se empieza a temer y la sabiduría perfecciona recíprocamente este temor. Bienaventurados los pobres de espíritu, los frutos del Espíritu Santo de este don son los de modestia templanza y caridad.

Javier Valarezo Serrano