Si solo son ninos
Ya habíamos leído hace algunas semanas atrás el artículo de Tania Tinoco en Semana, en el que citaba a Montañita y a los niños que ofrecen a la venta “negritos felices”, cuando ese lunes, saltando de canal en canal, caímos sin querer en dos noticias similares provenientes de dos países distintos, de dos continentes diferentes.
En Buenos Aires, Argentina, la policía había detenido un vehículo robado manejado por un adolescente de 17 años, quien se acompañaba de otros dos jovencitos de 14 y 12, con armas de fuego y dieciséis teléfonos celulares robados. En alguna ciudad de la costa española, otro adolescente de 17, con dos jóvenes de 14 y 16, atropellaba y mataba a un transeúnte como consecuencia del consumo de sustancias prohibidas. En la conversación que se sostenía en la televisión española uno de los contertulios decía: “pero si solo son niños, qué se les puede hacer”.
Es triste tener que aceptar cómo a los adultos se nos ha ido de las manos el control de las nuevas generaciones, cómo por temor o por compensación o por indiferencia, hemos ido permitiendo que los jóvenes realicen lo que deseen y no solo eso, sino que se ha estructurado toda una jurisprudencia para proteger -en teoría- al indefenso, al despistado, al impune menor, mientras va por la vida realizando o prestándose para realizar múltiples barbaridades.
¿Acaso no nos damos cuenta de que tras toda esa estructura legal lo que hemos terminado por construir es un escudo protector para que aquellos que utilizan a niños y jóvenes para cometer delitos estén al amparo y salvaguarda? No queremos con esto decir que en todos los casos haya manipuladores detrás de los actos indebidos de un adolescente, pero eso, sumado a la normal contraposición que los jovencitos ponen frente al mundo adulto, hace que no sean pocas las ocasiones en que las armas, la violencia y la droga, formen parte casi connatural de la niñez y adolescencia contemporáneas.
Sí, por efecto de la edad son casi niños, pero por la información que manejan, por el conocimiento, por las actitudes, no debieran crecer inmunes, simplemente porque son menores.
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