Sesión del Pleno donde se aprobó el reconteo de lo votos.

La solucion del limbo electoral se enreda

El CNE anuncia un recuento parcial. PAIS celebra el acto “inédito”. CREO lo boicoteará por considerarlo “una burla”

No hay tregua a la vista. La pugna electoral eternizada dos semanas después de las urnas ha visto, en 24 horas, nacer y morir una vía para intentar resolver el limbo político.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha decidido negar el recuento general solicitado por CREO-SUMA. Tampoco aceptará la propuesta del Partido Social Cristiano respaldada por Alianza PAIS para un recuento público y al azar de 5.000 actas distintas a las impugnadas por CREO.

En su lugar, el presidente de la autoridad electoral, Juan Pablo Pozo, ha anunciado que el CNE abrirá 3.865 urnas delante de todos los actores de la sociedad que quieran presenciar aquello en el Coliseo Rumiñahui de Quito el próximo martes.

El número responde a las objeciones presentadas por Alianza PAIS y CREO, que alcanzan a casi el 10 % del total de la votación, donde ambos partidos (mayoritariamente CREO) han encontrado inconsistencias. La luz verde encendida por el CNE, en palabras de Pozo, se anunció “en aras de la transparencia y por la tranquilidad del país”.

Se trata de un evento sin precedentes en la democracia nacional. Pero no satisfactorio para todas las partes. Los actores políticos no logran apuntar si, tras la apertura, las dudas se disiparán. O todo lo contrario.

El presidente Rafael Correa, quien se ha convertido en el vocero oficial de su partido en la pugna poselectoral, lo ha calificado como “inédito”. Y la plana mayor de PAIS considera que será el momento de borrar la sombra de dudas proyectada sobre el proceso que favoreció a Lenín Moreno.

Pero CREO no considera que el camino a la tranquilidad ha sido abierto. Todo lo contrario.

Antes de que Pozo hiciera público su anuncio, CREO envió señales de su inconformidad: “La transparencia no es negociable”, advirtió el presidente de la formación, César Monge, en comunicación a EXPRESO. A su juicio, la apertura parcial de la urnas, y no general como fue su pedido, es una “burla con resoluciones mañosas”.

Ha sido el propio Guillermo Lasso quien ha anunciado que el movimiento boicoteará con su inasistencia el intento del CNE por poner punto final a los signos suspensivos en los que se mantiene la pugna.

“El CNE quiere tratar de engañarnos montando un espectáculo ante el público, que nada sirve para poner claridad sobre un proceso que cada vez levanta más sospechas”, anunció en un comunicado oficial.

La negativa del CNE a un recuento general, durante un feriado de Semana Santa que ha logrado calmar las convulsas protestas callejeras sostenidas durante once jornadas ininterrumpidas, podría convertirse en una nueva excusa para no abandonar la presión social, apunta Lasso, quien se ha dirigido a través de sus redes a los manifestantes: “A los ecuatorianos que están en las calles: no nos prestaremos para ninguna farsa, no dejaremos que irrespeten así sus legítimas aspiraciones democráticas”.

El movimiento CREO ha anunciado ya que “en las próximas horas” presentarán recursos ante la última instancia que le resta, el Tribunal Contencioso Electoral. De ser así, la disputa en los tribunales y la calle podría extenderse aun hasta la siguiente semana.

Legitimidad y no solo legalidad

La decisión del CNE tampoco convence a La 6-Madera de Guerrero. Los socialcristianos, mediante comunicado, consideran que el organismo electoral le debe a los ecuatorianos “credibilidad y legitimidad”, por lo que insisten en que el CNE no debe quedarse “solo en lo legal” y tendría que abrir las urnas y contar los votos que la sociedad civil escoja al azar.