La soberbia y arrogancia
Esta Semana Santa hagamos reflexión interior y recapacitemos en qué estamos fallando. Existen personas arrogantes que lo único que consiguen es aislarse de la sociedad por sus defectos. Las personas petulantes se sienten superiores al resto de los individuos, engrandecen sus logros y minimizan los éxitos y virtudes de los demás.
Es mejor ser humilde de corazón que ser despojados por soberbios. Tener cordura es tener la fuente de la vida; a los necios los castiga su propia necedad. Ganar sabiduría, diplomacia e inteligencia es mejor que adquirir oro y plata. El inicuo anda con la falacia y provoca contiendas; y el chismoso aparta a sus mejores amigos.