Sistema arcaico

Los datos preliminares de la elección presidencial en los Estados Unidos le otorgaron a la candidata demócrata Hillary Clinton 395.595 votos más que al republicano Donald Trump. En cifras, Hillary ganó el sufragio popular, pero perdió en los votos del Colegio Electoral con 228 de respaldo frente a los 290 de Trump, en aplicación de un procedimiento y arcaico sistema que se mantiene desde hace 229 años.

Tras la victoria de Trump los estadounidenses salieron a las calles en algunos estados de la Unión para rechazar un sistema electoral que no le otorga prioridad a la decisión popular pero también para cuestionar la elección de Trump por la retórica racista y sexista de que hiciera gala en su campaña y anteriormente.

Se han efectuado manifestaciones en Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Portland, Seattle, Filadelfia, Richmond, Atlanta, Dallas, Omaha y Kansas City. Aunque la convocatoria fue pacifista algunas manifestaciones terminaron en caos y 29 personas fueron arrestadas por supuesto vandalismo. Grupos en California han ido incluso más allá, analizando presentar una petición de independencia de la nación confederada. Los miembros de la campaña “Yes California Independiente” buscan una secesión en 2018.

Y es que EE. UU. es quizá el único país con sistema de sufragio indirecto, donde el presidente se decide con los votos de un colegio electoral. A diferencia de Ecuador y la generalidad de países latinos, los norteamericanos no lo eligen directamente sino que con su voto delegan esa función a la responsabilidad y compromiso de 538 electores. Aunque en teoría el Colegio Electoral debería votar por el candidato ganador del respaldo popular manifestado en el sufragio, en ocasiones ha ocurrido que han sido los propios electores compromisarios quienes por su cuenta eligen al mandatario. Y eso es lo que ha ocurrido ahora en perjuicio de Hillary Clinton quien, en el año 2000, cuando obtuvo una curul en el Senado de Nueva York, había manifestado ya que era hora de hacer respetar plenamente la voluntad del pueblo “y eso significa que es tiempo de deshacernos del Colegio Electoral”. Pero no se lo hizo. Y el arcaico sistema, aún vigente, la aplastó.

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