Con pena vemos que ciertos mandatarios “democráticos”, a base del terror y de la violencia tratan de silenciar el clamor de la gente que llena de indignación y coraje pide que renuncien o adelanten las elecciones porque han utilizado los cargos no solo para cometer actos de corrupción política sino también para ordenar a policías, militares y grupos armados leales que disparen a matar a los propios ciudadanos.

Lo que pasa en Venezuela, donde la gente busca en la basura algo para comer por la grave crisis económica, y la brutal represión en Nicaragua, que ha causado cerca de 300 muertos, son casos que no deben suceder en regímenes democráticos.

Lic. Jhonny Muñoz