Sera que vamos por el cambio

Mañana se dará el cambio de mando presidencial luego de diez años de haber tenido a la misma persona en el cargo. ¿Será un simple cambio de personaje sin que se modifique la senda política a transitar, manteniendo el mismo norte que tenia el presidente saliente o estaremos frente al inicio de un real cambio estructural en la forma de gobernar el Ecuador?

Son preguntas que el tiempo contestará con absoluta precisión, por ahora las señales que recibimos son de un presidente entrante que mantiene reuniones con sectores representativos de la sociedad, mostrando en todo momento un ánimo conciliador y de brazos abiertos para trabajar de manera conjunta por nuestro país. ¡Si así llueve que no escampe! Dentro de las reuniones mantenidas ya se hizo el anuncio oficial de que mantendrá la dolarización, noticia que muchos esperábamos y que nos deja algo tranquilos. Esperemos que sea un compromiso real y no de medias tintas, para que luego con la aplicación de mecanismos monetarios alternativos la debiliten y comprometan su permanencia. Lo que sí se repite son los nombres de una buena parte de ministros que estarán a cargo de las diversas carteras del Estado. Veremos si se adaptan al nuevo estilo que hasta ahora pretende implementar el presidente entrante. Mientras tanto, el presidente saliente con agenda bastante movida, viaja a universidades de varios países para recoger doctorados “honoris causa”, expone en sus discursos magistrales lo bien que estamos en el Ecuador y lo próspera que deja nuestra economía; explica a la prensa por qué se le inunda la plataforma financiera recién estrenada, expropian terrenos al Issfa, indulta -por el profundo arrepentimiento mostrado- a uno de los sentenciados en el caso Cofiec, condecora y pone medallas al mérito por el trabajo cumplido, y supongo unas tantas más que hará hasta que entregue la banda -la presidencial por supuesto- al presidente electo Lenín Moreno. Tenemos expectativas de lo que sucederá en la nueva administración, con la esperanza de que se corrijan los errores del pasado y se enderece el andar de nuestro país.